LONDRES 2012
Wiggins fue el más rápido en la contrarreloj./AFP.
Tiempos:
Da igual que le hayamos visto ganar seis contrarrelojs esta temporada, todas las que ha corrido. Bradley Wiggins (32 años, Inglaterra), nuevo campeón olímpico de esta especialidad, a una media espectacular de 52,113 kilómetros por hora, les dejó las medallas de plata al alemán Tony Martin, actual campeón del mundo, y la de bronce al ‘keniata blanco’ Chris Froome, que siempre sorprende.
Le dio a Gran Bretaña su segunda medalla de oro en los Juegos que se celebran en su país, tras la alcanzada en remo. Y se convierte en el deportista británico que más veces ha subido a un podio olímpico. Lo ha hecho en siete ocasiones, con cuatro medallas de oro, dos de plata y una de bronce.
Fabián Cancellara, campeón contra el crono en Pekín, se resentía de su clavícula en la llegada, después de terminar séptimo. A pesar de que su estado físico no era bueno, quiso correr. Lo hizo hasta donde pudo.
En el parque de Richmond, en el sureste de Londres, en un asentamiento real en el que vivió Enrique VIII, otro monarca, éste de la bicicleta, volvía a hacer historia.
Ya no solo es el primer inglés que ha ganado el Tour de Francia.
Es también el primer ciclista de su país que consiguió una medalla de oro en unos Juegos Olímpicos en la prueba de carretera y el primero que ha ganado en la misma temporada la ronda gala y un título olímpico. Además, solo él se ha colgado tres medallas de oro en la pista y una en carretera, a las que se añaden las dos de plata y una de bronce.
Wiggins, grande para todo
Bradley Wiggins se ha convertido en uno de los grandes personajes de estos Juegos Olímpicos, y no solo lo ha hecho sobre el asfalto. Respetó la jerarquía de Fabián Cancellara y esperó hasta que él llegase, sentado junto a una valla, para considerarse el ganador. Esa es una de las imágenes que quedará de Wiggins en la contrarreloj olímpica disputada sobre 44 kilómetros.
Salvo en la primera referencia, en el kilómetro 7,3, en la que Tony Martín le sacaba cinco segundos, en todas las demás, Wiggins lo bordó. En el kilómetro 18, Tony Martín estaba ya a once segundos, Froome, a 23 y Cancellara, a 30. Esos tiempos no harían más que crecer hasta la llegada, donde tres sillones reales esperaban a los medallistas. Tony Martín finalizaba a 42 segundos y Christopher Forme, a 1:08, con el americano Taylor Pinney, a 1:58.
Wiggins es uno de esos ciclistas a los que no se cansa nadie de verles correr.
Su ritmo, su posición, su rodar armonioso, con clase, están, sin embargo, por debajo de esa capacidad asombrosa que tiene de mantener una posición única sobre una bicicleta. Con la pelvis muy baja, consigue aplicar mucha potencia a sus piernas.
Una pelvis flexible
El trabajo que realizó desde que era juvenil en la pista le permite mover la pelvis hacia delante en la bicicleta y mantener una cierta flexibilidad en las caderas y en la columna vertebral. No es solo que sea capaz de correr en esa posición sino que logra hacerlo durante una hora. Eso le hace diferente de los demás.
Ha trabajado tanto la posición que corre casi siempre igual. Si los recorridos son como el de esta contrarreloj, lo borda. Su cuarto oro olímpico le ha llegado en una temporada en la que comenzó ganando en el mes de febrero, en la Vuelta al Algarve, en Portugal, precisamente una contrarreloj. Seis meses después, en agosto, aún avasalla.
Lejos quedan las medallas de oro en pista que logró en la persecución individual en 2004 y 2008 y la de persecución olímpica por equipos en 2008. Cuatro oros sobre una bicicleta, en dos disciplinas muy distintas.
La actuación de los dos participantes españoles resultó desigual. Luis León Sánchez batió un récord olímpico de mala suerte: rompió la cadena de su bicicleta al dar su primera pedalada en el cajón de salida. Luego pincharía. Su carrera no se puede medir. Fue un desastre de desgracias.
Jonathan Castroviejo, después de la paliza que se pegó el sábado en la prueba de carretera, finalizó entre los diez mejores, lo que está muy bien, si miramos el nivel que tuvo la prueba, que resultó muy alto.
