
La española Verónica Cuadrado (dch) lanza ante la británica Lynn Mc Cafferty, durante un amistoso previo a los Juegos. / Efe
12:15 horas del sábado, 28 de julio. En Copper Box del Parque Olímpico España y Corea del Sur inaugurarán su trayectoria en Londres 2012. Para las españolas será una cierta novedad, mucho menos para las asiáticas, que al fin y al cabo son dobles campeonas olímpicas. Así que, para empezar un miura de proporciones bíblicas. El bronce en el Mundial de Brasil ha dejado claro ante el mundo que España no es una selección comparsa, pero aún así la superioridad de las asiáticas se antoja notable.
Es la selección femenina un equipo extraordinariamente compensando en sus líneas: buena portería, buen central, sólidos lanzadores, rápidos extremos y una pivote que aporta mucha calidad en los imprescindibles bloqueos tanto dinámicos como estáticos. Enfrente estará un equipo en el que todos los puestos están bien cubiertos.
La generación que se llevó el oro en Pekín se mantiene convenientemente rejuvenecida, y para superarlas las chicas de Dueña tendrán que hacer las cosas mejor que bien. Por eso el técnico ha pedido a sus jugadoras que mantengan la humildad que les llevó al tercer puesto mundial: perder no sería un fracaso, pero sí hacerlo sin presentar la necesaria batalla.
Duro estreno ante Serbia
Y al día siguiente, el domingo, a las 17:15, quien inicia el camino es la selección masculina que dirige Valero Rivera. Y enfrente tendrá a Serbia, el equipo que se ganó en el preolímpico de España el derecho a estar en Londres. Un rival inferior sobre el papel, pero que en absoluto puede considerarse peor que el español. A los serbios les falta algo de calidad en los lanzamientos exteriores y un punto de tranquilidad en la dirección del juego, pero a cambio presenta extremos muy incisivos, una portería irregular pero de calidad, y un juego con el pivote notable. Su único pero, por encontrarle algo, se puede hallar en la defensa. En encuentros anteriores España ha conseguido hacer mucho daño al muro serbio a base de provocar jugadas de dos contra dos en las zonas laterales para aprovechar la mayor rapidez de movimientos y de altura técnica de gente como Gurbindo, Sarmiento, Entrerríos o Cañellas.
Pero la gran baza estará en la defensa. Rivera es un estudioso de los movimientos defensivos, y el 6-0 y el 5-1 que ha diseñado desde que se hizo cargo del equipo nacional han ido mejorando cada vez más. De la alternancia de ambos sistemas con eficacia dependerá mucho el tipo de camino que acabe por recorrer España.
El camino no va a ser fácil. Para ninguno de los dos equipos. Con un partido cada dos días, el margen de recuperación físico es tan escaso que cualquier contratiempo se paga. A las chicas, después de Corea, le esperan Francia, la poderosa Dinmarca (allí el balonmano femenino es más seguido que el fútbol), Suecia y Noruega. Y a los chicos un grupo para temblar: Corea, Dinamarca, Hungría y Croacia. Que empiece el espectáculo