-¿Qué le impulsó a abrir las puertas de su empresa Segymant S.L?

-Lo primero es que me gusta mucho este tipo de negocio, me atrae enormemente el ámbito de la cerrajería y la fontanería y con este negocio podía dar un buen servicio en este aspecto a las compañías de seguros de hoy en día.

-¿Contó en esta iniciativa con el apoyo de alguien?

-Sí, esta propuesta no fue sólo invención mía sino también de mi compañero Antonio Moreno. Juntos, movidos por el mismo interés y las ganas de emprender esta aventura empresarial, nos unimos y creamos esta empresa.

-¿Cual es realmente el objetivo de esta empresa y qué quiere conseguir?

-Lo que hacemos es trabajar para las compañías de seguros en las reparaciones de hogar y comercio, aportando el servicio de fontanería, albañilería y cerrajería las 24 horas del día.

-¿Cuánto tiempo lleva en este mundo empresarial?

-Llevo en este ámbito desde el año 1992 hasta la fecha, doce años trabajando por mi cuenta.

-¿Sigue los pasos de algún familiar o de alguien en concreto?

-Realmente no, sino que desde pequeño me ha gustado trabajar por libre, no me gusta sentir que me mandan, aunque a pesar de ello me he comportado correctamente cuando he tenido jefe. Pero tengo un espíritu libre, me gusta tener mi propio negocio, tomar las riendas del asunto, es algo que me gusta desde siempre.

-Si tuviese que elegir un aspecto positivo y negativo del trabajo que desempeña, ¿con qué se quedaría de todo?

-En primer lugar, lo positivo que tengo es que puedo tomar mis propias decisiones y disfrutar de lo bonito que es ser empresario. Me gusta el hecho de contratar a gente, luchar día a día porque la empresa sobreviva e intentar ayudar y dar empleo a padres de familia, que es algo fundamental. Me siento realizado en este servicio a los demás. Y por otra parte, lo negativo es el riesgo de que si la cosa no va bien, ese mes no cobro, está claro. Hay que arriesgarse para llevar esto adelante, hay que ser constante y paciente para seguir adelante.