Sólo dos días después de caer frente a Roger Federer en la final de Wimbledon, el tenista Rafael Nadal vio como la mala suerte se cruzaba en su camino en forma de accidente de tráfico del que, afortunadamente, salió indemne. El siniestro se produjo tras chocar el automóvil, en el que viajaba únicamente Nadal, contra un poste eléctrico situado en una carretera de la comarca de Manacor, de la que es originario el joven de 20 años y que había obtenido el permiso de conducir hace escasas fechas.

El deportista, que se dirigía a la localidad de Portocristo, no sufrió daño alguno y fue rápidamente auxiliado por una vecina que se sorprendió tras el estruendo causado por la colisión. Vecinos de la zona comentaron que, en varias ocasiones, han reclamado ante las autoridades una solución, puesto que el poste se encuentra a pocos metros de una empinada cuesta abajo en la que los coches aumentan sensiblemente su velocidad y resulta, por tanto, una zona propicia para que sucedan esta clase de incidentes.

Su padre, Sebastián Nadal explicaba ayer mismo que el tenista «no se ha hecho nada» y se ha pasado toda la mañana pescando, recalcó.