El futbolista francés Zinedine Zidane, ha declarado hoy que lamenta la agresión al italiano Marco Materazzi que le supuso la expulsión en la final del Mundial de fútbol de Alemania 2006, pero ha añadido que no se arrepiente del gesto porque fue una reacción a "palabras muy duras".
En declaraciones a la cadena francesa Canal+ Zidane evitó explicar de modo concreto qué le había dicho Materazzi para hacerle reaccionar de ese modo, aunque apuntó que se trataba de un insulto con "palabras muy duras".
Esta mañana, Josepp Blatter, presidente de la FIFA, ha dicho que Zidane podría ser desposeído del 'Balón de Oro' debido a su conducta violenta en la final.
"El premio no lo decide la FIFA, sino que se otorga mediante una votación entre la prensa internacional", apuntó Blatter en el diario italiano 'La Repubblica'. "El comité ejecutivo de la FIFA tiene, sin embargo, el derecho de intervenir cuando esté en peligro algo tan importante como la ética deportiva", añadió.
Zidane agredió a Marco Materazzi y le propinó un cabezazo en el pecho, aunque, al parecer, antes fue agredido verbalmente por el jugador italiano. El comité disciplinario de la FIFA abrió una investigación, ayer martes, sobre el incidente y el presidente de la FIFA aseguró que "antes de tomar una decisión se esperará al resultado de la investigación disciplinaria".