La luz verde del Pleno al crédito de 65 millones de euros destinado a la Gerencia Municipal de Urbanismo parece haber ejercido un sorprendente efecto balsámico sobre los tiras y aflojas habituales entre socios de Gobierno, al menos circunstancialmente.
Si los puntos de fricción entre PSOE y PSA (al margen del continuo intercambio de reproches, explícitos o solapados, que se brindan sus respectivos líderes) abarcan aspectos tan diversos como Ikeas, gymkhanas o Presupuestos Participativos, un solo punto de encuentro, pero de 65 millones de razones, suaviza mucho la peliaguda situación e invita al optimismo momentáneo.
Desde esa y no otra perspectiva es posible entender las declaraciones de la alcaldesa, Pilar Sánchez, poco después del esperado Pleno, en las que afirmaba que «el pacto debe llegar al final por el bien de Jerez», y a las que añadió que «aunque es muy difícil hacer una afirmación categórica, puesto que nunca se sabe lo que puede ocurrir, creo que es lo mejor para los ciudadanos».
La primera edil apeló a la coherencia de los socialistas con respecto a sus decisiones iniciales para argumentar sus «deseos» de que el pacto aguante hasta el fin de la legislatura: «Mi grupo es responsable y yo, como cabeza del Partido, también soy responsable de la decisión que tomamos. Cuando decidimos dar el paso de la gobernabilidad de Jerez, lo hicimos con todas las consecuencias».
Sánchez reconoció la dificultad añadida que implica gestionar desde un gobierno compartido («Evidentemente, cómodo no es») pero justificó su necesidad porque «es muy práctico para la ciudad, porque los proyectos salen adelante todos».
Buenas noticias
Adelantó que «dentro de unos días volveremos a dar buenas noticias relacionadas con el pago a los acreedores, la refinanciación de la deuda municipal, con la desafectación de cañadas, con los centros que estamos creando para dar respuesta social...», y sentenció con contundencia que «el pacto está siendo muy útil, porque creo que en un corto espacio de tiempo se ha hecho mucho por la ciudad».
Sobre las distensiones cotidianas que minan la relación entre socialistas y andalucistas, Sánchez no negó que «en ese sentido, habrá que sufrir, o habrá que hablar más, habrá que solucionar problemas», a pesar de lo considera «que lo mejor que puede sucederle a la ciudad es que aguantemos».
En su valoración personal de la recta final del período de gobierno, la alcaldesa tuvo palabras para su antecesora en el cargo: «Queda un año, vamos a intentar sacar adelante los temas pendientes, y cuando llegue 2007 los ciudadanos decidirán: decidirán quién ha sido capaz de ser responsable y aguantar esta situación, y quién decidió tirar las patas por alto y provocar una crisis, la más grande que conoce su historia».
Al respecto, incidió en que la culpable «tiene nombre y apellidos, y se llama María José García-Pelayo, que no supo ni fue capaz de mantener su responsabilidad y seriedad para priorizar los temas de la ciudad».
No obstante recalcó que «yo espero que sea así, otra cosa será lo que suceda, o que haya algún hecho puntual, pero yo voy a trabajar como responsable política para que la ciudad no se vuelva a perjudicar de un escenario político que daña a Jerez». Recordó que «este fue el escenario que nos dieron los ciudadanos: a nadie se le dio la mayoría absoluta, nos dijeron que nos entendiéramos y yo voy a hacer todo lo posible para que sea así».