El Papa ya se encuentra presidiendo en la Ciudad de las Artes y las Ciencias el encuentro festivo con motivo de la clausura del V Encuentro Mundial de las Familias, al que asisten casi millón y medio de fieles. Antes, Benedicto XVI ha visitado en el Palau de la Generalitat a los Reyes y se ha entrevistado con José Luis Rodríguez Zapatero y María Teresa Férnandez de la Vega para repasar temas de actualidad en un ambiente "cordial".
El encuentro festivo con motivo de la clausura del V Encuentro Mundial de las Familias, que preside el Papa Benedicto XVI en el altar instalado en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, comenzó a las 21.10 horas.
A la llegada del Papa, que saludó a los fieles muy sonriente, sonaron las notas del 'Aleluya' de Haendel, interpretado en directo por la Orquesta de Valencia y Coro de la Generalitat. En primera fila del espacio de invitados, se situaban los Príncipes de Asturias, Don Felipe y Doña Letizia y las Infantas Doña Elena y Cristina junto con sus esposos y primeras autoridades valencianas.
Cinco familias procedentes de Gabón, Filipinas, Alemania, Panamá y Estados Unidos, en representación de los cinco continentes, dan la bienvenida a Su Santidad en el escenario habilitado en el puente de Monteolivete, en nombre de todos los presentes.
Reunión "cordial" con Zapatero y De la Vega
Una de las citas más importantes del día de Benedicto XVI ha sido la esperada reunión con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la cual ha sido calificada como "extraordinariamente cordial" y sin ningún tipo de reproches.
Fuentes del Gobierno hicieron estas consideraciones a Efe al término de la entrevista de media hora entre Zapatero y Joseph Ratzinger en el Palacio Arzobispal de Valencia, y en la que hicieron un rápido repaso a diversas cuestiones de actualidad. Entre ellas, según las mismas fuentes, la paz en general, la familia, la inmigración, el futuro de Europa y, especialmente, la situación en África.
Las fuentes insistieron en que durante toda la reunión hubo un ambiente "muy amable y cortés", que continuó cuando a la audiencia se sumó la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega. Posteriormente, accedió a la sala de visitas donde se desarrollaba la reunión la esposa de Zapatero, Sonsoles Espinosa, y una decena de colaboradores del presidente del Gobierno.
Benedicto XVI regaló a Zapatero un ejemplar facsímil de la encíclica "Codex Vaticanus" de 1209, y al resto de hombres de la delegación presidencial una medalla del Vaticano y, a las mujeres, un rosario. Zapatero le obsequió al Papa con un cuadro del pintor valenciano del "Equipo Crónica" Manolo Valdés, con el título "Autorretrato de Rembrandt II". La vicepresidenta, por su parte, regaló al Papa un libro de Leonor de la Vega, hermana del poeta Garcilaso de la Vega.
Encuentro con los Reyes e improvisación
Antes de reunirse con el jefe del Ejecutivo, Benedicto XVI ha roto el protocolo oficial y ha decidido volver a pie al Palacio Arzobispal desde el Palau de la Generalitat, donde se había entrevistado con los Reyes, para poder de esta manera acercarse a los peregrinos, saludarlos y besar a algunos niños. El pontífice abandonó a las 17.55 horas el Palau de la Generalitat y emprendió su regreso a pie hasta el Palacio Arzobispal, donde ha recibido al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
El programa oficial de la visita del Papa anunciaba que el Papa regresaría al Palacio Arzobispal desde el Palau de la Generalitat en coche cubierto, igual que había hecho el viaje de ida, pero Benedicto XVI decidió acercarse a pie a los peregrinos que estaban en la plaza de la Virgen, junto a la Basílica de la Virgen de los Desamparados.
Benedicto XVI abandonó el Palau de la Generalitat después de haber visitado a los Reyes de España, Juan Carlos y Sofía, a la que se sumaron después los restantes miembros de la familia real. Entre aplausos y vivas del público que se encontraba en las inmediaciones, el pontífice se fue andando desde el Palau de la Generalitat, en la calle Caballeros, hasta el Palacio Arzobispal.
Cerca de 2.000 personas recibieron al Papa en Manises
Esta mañana, el Santo Padre ha pisado tierras valencianas a las 11.39 horas y ha saludado a los más de 2.000 congregados que le han recibido con cánticos como "¡Viva el papa!"; "Benedicto amigo Valencia está contigo!"; "Benedicto, oé, oé!" y "Mucho, mucho papa es!".
El Santo Padre ha sido recibido por los Reyes de España al pie de la escalerilla del avión, que portaba en las ventanillas de la cabina banderas del vaticano y de España. Esperaban también al Papa el presidente del Gobierno, Jose Luis Rodríguez Zapatero; el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, entre otras autoridades.
En su dicurso, el Rey ha abogado por borrar de la "faz de la tierra" el terrorismo y otras lacras que afectan a la humanidad, y ha destacado el papel de la familia como "núcleo esencial de la vida, de la transmisión de valores y de la forma del ser humano".
El valor de la familia
El Papa ha comenzado la primera de las seis intervenciones públicas previstas en España manifestando su "gran emoción" por llegar "a Valencia, a la noble y siempre querida España, que tan gratos recuerdos" le ha dejado cada vez que ha estado en el país anteriormente "para participar en congresos y reuniones".
Asimismo, ha expresado su deseo de transmitir "el papel central para la Iglesia y la sociedad" de la institución de la familia porque la Iglesia "no puede dejar de anunciar y promover" su "valor fundamental".
Tras los discursos, y después de mantener un primer encuentro con los Reyes, el Papa ha iniciado su visita a Valencia. Su primer destino ha sido la estación de Jesús, donde ha orado por las víctimas del accidente del pasado lunes en el metro de la ciudad.