La voz Digital
Miércoles, 5 de julio de 2006
  Alertas   Envío de titulares    Página de inicio
PORTADA NOTICIAS ECONOMÍA DEPORTES OCIO CLASIFICADOS SERVICIOS CENTRO COMERCIAL PORTALES


TOROS
Toros
Victorino regresa a Waterloo
Esta noche arranca San Fermín; veinticuatro matadores de toros, nadier repite, ocho grandes corridas y una fecha morbo: el 14 repite el ganadero tras su fiasco de 2005
Victorino regresa a Waterloo
MALA SUERTE. Los astados de Victorino que salieron a la plaza en la temporada anterior.
Imprimir noticiaImprimirEnviar noticiaEnviar

Publicidad

Hace un año San Fermín fue para Victorino un Waterloo. Gran batalla perdida. No todo se perdió: los seis toros corrieron el encierro con tan olímpico estilo que pareció que lo hubieran ensayado. Hay un premio anual para la ganadería que mejor cumpla el recorrido del encierro. Ganó Victorino. Pero tras años de faroles y bravatas, el ansiado debut de Victorino en la Feria del Toro se saldó con una decepción. El balance fue de varias aristas: para los amantes del toro despampanante, la corrida, que no dio ni los 500 kilos de promedio, resultó demasiado chica. Toricos, sólo toricos. Trapío tuvo la corrida, muy bella de remate. Impecable en ese punto. Pero se conoce que muchos esperaban el toro del Apocalipsis. O seis elefantes.

Para los catadores de bravo, tampoco fue cosa de gloria, porque ni uno de los seis sumó en el caballo los puntos mínimos. Para los bienaventurados en general, y para los aficionados pacientes, la corrida dio dos toros potables, por encima del plano son de los restantes. Pero fueron ya los dos últimos de la tarde y también de la feria. Pesaba el ambiente como losa. La tarde del debut de Victorino en la Monumental de Pamplona hizo un calor sofocante. Total: Waterloo.

Pero nada más arrastrado el último toro de aquella tarde se pactó un acuerdo cuya lógica sólo se entiende en parámetros taurinos: Victorino anunció que este año volvería y la Casa de Misericordia, que es quien decide, se hizo de inmediato dueña de la idea. Más morbo, imposible. Victorino vuelve a Pamplona. Ni con el rabo entre las piernas ni por la puerta grande ni por la gatera. Vuelve. Y se le espera. De los tres que mataron la corrida del debut repiten dos: Liria y Encabo. Ha salido de escena El Cid, como si buscara en otras fuentes, la de Alcurrucén, aguas menos turbulentas. Y el puesto lo ocupa un torero con más cartel que El Cid en Pamplona: Antonio Ferrera.

El cartel

Este año se han anunciado en San Fermín más toreros que nunca: veinticuatro matadores de toros, tres novilleros y tres rejoneadores. Diez festejos, treinta nombres. Nadie repite. ¿Café para todos? No es eso. La cuota de corrida duras y no tanto se mantiene en Pamplona con su difícil equilibrio de todos los años. Cebada Gago, Dolores Aguirre y Miura son los hierros que completan con Victorino la mitad de colmillo hirsuto. Osborne, Alcurrucén, Marqués de Domecq y Fuente Ymbro pesarán en el otro platillo.

La idea de dureza contra ternura es absolutamente relativa. Cebada echó el año pasado una dulce corrida, por ejemplo. La del Marqués de este año se espera brava de verdad. En el juego de descartes y bazas ganaderas, la Casa de Misericordia ha dado descanso a Juan Pedro Domecq, Jandilla y Santiago Domecq, pero ha repescado a Osborne, Alcurrucén y al propio Marqués. No caben pronósticos. Alcurrucén lleva corrida de nota. Fuente Ymbro, que copó el año pasado premios con una corrida improvisada, parece obligada esta vez. Más tras el fiasco de San Isidro, que fue también un Waterloo a su manera. Miura es en San Fermín punto y aparte. Dolores Aguirre, también. El arco de encastes está llamativamente abierto: Atanasio, Núñez, Osborne, Tamarón, Miura, Albaserrada y Murube. Siete procedencias distintas en una feria de diez festejos. Proporción insuperable. La corrida de rejones, al gusto y criterio de Pablo Hermoso, será del hierro mismo de Murube. La novillada, como siempre, de José Antonio Chopera.

Luego, los héroes de turno. Debutan los tres novilleros: el valenciano David Esteve y dos de dinastía, que son Ángel Teruel hijo y Oliva Soto, sobrino del novillero gitano Soto Vargas muerto por un novillo en la Maestranza hace ahora diez años. También es nuevo y de dinastía el ya veterano Antonio Ribeiro Telles, maestro mayor del toreo a caballo en Portugal. Sólo hay tres matadores de toros debutantes. O mejor dicho, tres y medio, porque Ambel Posada, que ya ha toreado de novillero dos veces en Pamplona, va a tomar la alternativa la penúltima tarde de San Fermín: el día 13, con la de Fuente Ymbro y El Juli de padrino.

Los nuevos de rigor serán Manzanares hijo, Eduardo Gallo, cuyo debut previsto para el año pasado se vio frustrado por una grave cornada sufrida en Badajoz y el madrileño Fernando Cruz, aupado tras dos notables tardes de mayo en Madrid. La Casa de Misercordia apuesta como siempre por alguna cara nueva. La cara de Cruz, posible sorpresa. Ponce parecía descartado de antemano, pero la faena del toro de Zalduendo en Sevilla el pasado abril lo metió en la repesca. Todos los que hace un año cumplieron bien o muy bien vuelven a la feria de ahora. Salvador Cortés, que salió disparado precisamente de Pamplona, Sebastián Castella, César Jiménez, Padilla, El Juli, Miguel Ángel Perera, Serafín Marín, Eduardo Dávila, El Fandi. Y el torero de la tierra, Francisco Marco, que acaba de sorprender en las Ventas la tarde de su confirmación hace apenas dos semanas. Empieza el juego.



Sudoku Canal Meteo Horóscopo
Vocento