Un hombre de 39 años y natural de Cádiz se ha convertido en la quinta víctima andaluza del accidente del metro de Valencia el pasado lunes, después de que fueran identificados los cadáveres de un hombre y una mujer de Marchena (Sevilla), otro de Nerva (Huelva) y el último de Teba (Málaga).
Según informó la Generalitat, así los forenses han identificado a la última víctima mortal del accidente de la que todavía se desconocían sus datos personales y que, pese a ser natural de Cádiz , residía en Valencia. La identificación, según esta fuente, ha sido posible después de que la familia haya denunciado su desaparición.
De este modo, el juzgado de instrucción número 21 de Valencia, encargado de la investigación del accidente de tren que el pasado lunes costó la vida a 41 personas y causó heridas a otras 39, ha expedido hasta esta mañana 37 licencias de enterramiento, según informaron hoy fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).
Según estas fuentes, aún quedan pedientes de identificación "plena" dos cuerpos, es decir, que tengan la certificación tanto de la familia como de la Policía Científica. Asimismo, en el Instituto de Medicina Legal (IML) continúan cuatro cuerpos que no han sido entregados a sus familiares.
Durante esta mañana el juzgado está recibiendo comparecencias de los familiares de las víctimas del accidente para ultimar los trámites burocráticos relativos al fallecimiento. Además, en esta instancia se les está realizando el ofrecimiento de acciones legales por si quieren ser parte en el procedimiento judicial incoado por el siniestro.
La jueza instructora está asimismo pendiente de recibir todos los informes de los distintos organismos -como bomberos o Policía, entre otros- que han intervenido en el lugar de los hechos y, en función de los resultados, determinará la evolución del proceso judicial y establecerá los requerimientos que considere necesarios, tanto de solicitud de documentación como de las testificales que crea oportunas, según las mismas fuentes.
El juzgado de instrucción no ha ordenado practicar una segunda autopsia al cuerpo del maquinista aunque apuntaron que una situación distinta es que la dinámica de trabajo de los forenses del Instituto de Medicina Legal haya aconsejado la conveniencia de realizar análisis posteriores.