Me resulta difícil entender los motivos abstrusos que ha alegado la Junta para evitar el rodaje de Manolete en la plaza de toros de Jerez, pero menos lógica aún me parece la nula reacción de nuestros representantes municipales. No sé si la plaza de toros tiene o no el permiso concreto de la Junta para acoger, nada más y nada menos, que la muerte de Adrien Brody, encarnando al mítico matador de toros cordobés; pero sí que no hace ni dos meses que los tendidos se llenaron de público para presenciar la Feria. O mucho se han deteriorado las instalaciones, o no hay razón para entender que los menos de 200 extras que iban a entrar en la plaza corrieran algún tipo de peligro. En cualquier caso, ante una posibilidad de promoción tal para nuestra ciudad, cuya plaza de toros aparecería en las salas de cine de medio mundo, algo que vale mucho más que cientos de millones de euros invertidos en inocua promoción publicitaria, merecía que desde el Ayuntamiento u otras administraciones hubieran hecho lo posible por solventar lo que no dejan de ser minucias burocráticas. Luego se nos llenará la boca ensalzando el papel referente de Jerez como cuna de lo andaluz, entre lo que destaca nuestra fiesta nacional.
Antonio Contreras Martín. Jerez