Las maratonianas jornadas del juez Miguel Ángel Torres, que instruye el caso Malaya, tuvieron ayer su punto y aparte con la declaración de los cuatro últimos detenidos -de los 30 arrestados en la segunda fase de esta operación que investiga una supuesta trama de corrupción urbanística en el Ayuntamiento de Marbella-, que aún no habían comparecido ante el magistrado. A la orden de prisión incondicional dictada de madrugada contra Fidel San Román, empresario de la plaza de toros de Las Ventas de Madrid y constructor, se sumó por la tarde la de Francisco García Lebrón, director comercial de la firma Aifos. Al cierre de esta edición estaba a la espera de su traslado a la cárcel.