Numerosos miembros de la comunidad educativa y personalidades relacionadas con la política, visitaron ayer la capilla ardiente de la pedagoga Marta Mata, fallecida el martes, a los 80 años de edad, a causa de un infarto cerebral en el Hospital de Barcelona.
Fueron muchas las personas que quisieron acercarse al tanatorio de Sant Gervasi para rendir homenaje a la presidenta del Consejo Escolar del Estado, cuyo funeral se celebrará hoy a las 13.00 horas.
Además de fundadora del movimiento de renovación pedagógica Rosa Sensat, Mata fue diputada en las primeras Cortes Constituyentes, senadora, diputada autonómica y concejal en el Ayuntamiento de Barcelona por el PSC.
Desde 1999 era doctora honoris causa por la Universidad Autónoma de Barcelona y en 1997 la Generalitat la distinguió con la Cruz de Sant Jordi.
Pésame unánime
La Comisión de Educación y Ciencia del Congreso de los Diputados ha manifestado su condolencia por la muerte de una «ejemplar defensora» de la educación pública y los valores educativos desde los distintos cargos académicos y políticos que desempeñó.
Por su parte, la ministra de Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera, recalcó la «valía» de Mata como «pedagoga y persona». «Un nombre propio en la historia del sistema educativo que dedicó su vida a la mejora de la educación y la enseñanza pública con la energía y dedicación que dan la firmeza de ideas y la seguridad de que se hace lo correcto», señaló.
Desde los sindicatos también agradecieron su colaboración. UGT destacó los valores de Mata, «gran maestra, luchadora y comprometida», CC OO resaltó su «importancia» para la enseñanza pública, laica y democrática y los estudiantes de FAEST ejemplificaron el «compromiso cívico» de un referente educativo.