Los principales candidatos a la Presidencia de México han cerrado la campaña electoral de la que, para muchos analistas, son las elecciones más importantes en la historia del país latinoamericano. Desde hoy los mexicanos disponen de tres días para decidir el sentido de su voto en los comicios del domingo.
Los mexicanos acudirán el domingo a las urnas para elegir al sucesor de Vicente Fox, a los gobernadores de cuatro estados, incluido el Distrito Federal (Ciudad de México), y más de cien alcaldes, así como para renovar el bicameral Congreso Federal y varios Legislativos regionales.
Las encuestas, cuya difusión está prohibida estos días, apuntan a una victoria de la izquierda, lo que supondría la primera vez en la historia que se hacen con el poder. Su candidato, Andrés López Obrador, lidera el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
El principal adversario del candidato del PRD es el conservador oficialista Felipe Calderón. López Obrador y Calderón se han enzarzado en una campaña de acusaciones mutuas de supuesta corrupción, tráfico de influencias y críticas a la propuesta económica del adversario por ser dañina para México , socio de Canadá y EEUU en el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN).
Calderón, del PAN, compara al candidato de izquierda con el presidente venezolano, Hugo Chávez, y López Obrador ha dicho que está "cansado" de esa acusación, que aparece tanto en avisos de televisión patrocinados por empresarios y en cientos de miles de mensajes anónimos por internet.
Situado a la derecha de López Obrador y a la izquierda de Calderón se sitúa Roberto Madrazo, del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y tercero en los sondeos. El PRI, que gobernó ininterrumpidamente entre 1929 y el 2000, acude a las elecciones del próximo domingo aliado con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), que en la campaña de hace seis años se unió a Fox.