Uno de los retos que se plantea Marcos Mosquera al subir el Ishinca y el Toclaraju, dos importantes picos de los Andes, es homenajear a Manuel Salazar, fallecido recientemente en el Mulhacén y al que el joven escalador consideraba «el mejor alpinista que ha dado Jerez de la Frontera».
Marcos Mosquera nació en Galicia pero se siente tan jerezano como un catavino y se ha embarcado en un proyecto apasionante, acometer la escalada de dos montes de la Cordillera Blanca peruana: el Ishinca y el Toclaraju dentro de dos semanas. «El 29 de junio salimos para Madrid, el 30 tenemos el vuelo que va de Barajas a Lima. Allí llegaremos el sábado 1 a las 10.00 de la mañana aproximadamente y al día siguiente comenzaremos a ir subiendo poco a poco».
Al ser una expedición muy joven, Marcos Mosquera es el jefe con tan sólo 24 años, el objetivo es alcanzar el campo base. «Aunque viendo la preparación que llevamos vamos a intentar subir las dos montañas. Es factible que subamos todos los expedicionarios», explica el alpinista jerezano.
Uno de los grandes aliados que puede tener el grupo formado por el Club Elbruz es el tiempo atmosférico. «Ya la temporada de ascensiones ha comenzado hace quince días y por lo visto hace buen tiempo. Hay un poco de nieve acumulada pero ya ha comenzado el deshielo».
Las dos montañas serán duras de pelar. El Ishinca, por ejemplo, es un pico de 5.530 metros con dos zonas claves para el ascenso: la famosa cueva de hielo, una formación natural de proporciones gigantescas que da paso hacia una fuerte pendiente que accede finalmente hacia la arista final y la pendiente cimera, que frecuentemente tiene una entrada muy agrietada.
Seguimiento diario
Tiene previsto el jefe de la expedición ir mandando cada día información sobre cómo va transcurriendo la subida a los picos andinos. «Allí tenemos Internet bastante cerca así que queremos mandar toda la información que tengamos a nuestros patrocinadores como la Gerencia Municipal de Deportes. El día de llegada o de cumbre queremos llamar por teléfono, comunicar si hay alguna lesión, etc», afirma Mosquera.
La muerte de Manuel Salazar flota en el ambiente, es indudable. El montañero jerezano sufrió un trágico accidente en el Mulhacén que es imposible pasar por alto para los miembros de la expedición Elbruz. «Después de lo de Salazar vamos con un poco más de miedo y precaución porque nos ha afectado mucho. Fueron miembros de nuestro grupo los que descubrieron el cuerpo de Salazar. Personalmente llevo algo preparado para cuando suba al Ishinca y el Toclaraju, un homenaje que no voy a desvelar todavía», confiesa el joven alpinista.
Jerez por bandera
A pesar de que el único con vinculaciones jerezanas del grupo es él, «habrá una bandera de Jerez en los Andes», reconoce Mosquera.
Cada miembro de la expedición llevará un peso máximo de 30 kilogramos, «lo que permite el aeropuerto», y además, «el presupuesto está cubierto gracias a los patrocinios, que ronda sobre los 25 euros más o menos», sostiene Mosquera.
Tras la subida al Ishinca, el primer pico, luego llega el segundo reto: la ascensión al Toclaraju, una montaña de 6.034 metros. Los integrantes del proyecto Cordillera Blanca saldrán del campamento base siguiendo una ruta eminentemente glacial por lo que el campamento estará convenientemente protegido contra los fuertes vientos. Una de las dificultades principales estriba en que la subida se realizará de madrugada, hasta alcanzar la arista noroeste (una ruta que presenta grietas y puentes de hielo de diversas formas y tamaños según la temporada).
No obstante, lo más intrincado siempre es la bajada, contra toda creencia popular que sostiene que las subidas suelen ser más complejas. «Bajar siempre es muy peligroso porque normalmente, al montañero le suele invadir un estado de euforia y se confía. El principal reto que tenemos es llegar a la cumbre y llegar al campo base que es cuando ya habríamos finalizado el objetivo», asevera Mosquera antes de reconocer que «éste será mi primer gran pico».