Un periodista sueco fue asesinado ayer en Mogadiscio de un tiro en la espalda efectuado mientras cubría una manifestación. Martin Adler, camarógrafo de televisión del canal británico Channel 4, murió de la herida de bala que le disparó sin previo aviso un desconocido, que se le acercó por la espalda, cuando estaba filmando la protesta.
La concentración estaba promovida por la Unión de Cortes Islámicas (UIC), en contra del envío de tropas extranjeras para la misión de paz en Somalia. El informador murió al instante a causa de una bala que le penetró por el omóplato derecho y atravesó su pecho. Tras el disparo, un grupo de milicianos de las Cortes Islámicas fueron de inmediato a proteger a los compañeros de Adler y otros periodistas extranjeros que se encontraban en el lugar.
Y es que, tras el disparo se desató la alarma. Los asistentes a la manifestación comenzaron a correr al oír el sonido del arma, arrollándose unos a otros y dejando tras de sí zapatos, ropa y otras pertenencias.
Caos
El llanto de los niños y las mujeres, algunos de ellos tumbados en el suelo aterrorizados sin poder moverse, junto a los gritos del tumulto, crearon una atmósfera de caos.
El líder de la UCI, Sheikh Sharif Sheikh Ahmed, condenó el suceso y advirtió que no permitirá que «la situación empeore». «Investigaremos el asesinato y encontraremos al criminal», dijo.