En la residencia de las Hermanitas de los Pobres de Jerez, donde viven actualmente 53 mayores, se preparan bien para afrontar los meses veraniegos. Según la enfermera del centro, Marisa Ramírez, «controlamos la temperatura, la hidratación y la tensión». También evitan que los mayores salgan al jardín en las horas de más calor, «aunque echamos los toldos», y procuran que beban agua y otros líquidos que les aporten las sales minerales necesarias.

La alimentación es fundamental y en este centro lo saben bien: «Les damos zumos de frutas y gazpacho casi todo el verano. Y también, muchas verduras».