El Cádiz comenzó ayer su recorrido por toda la provincia para mantener viva la fiebre amarilla desatada en los últimos años. Como en los veranos precedentes, la denominada caravana cadista partió desde el estadio Carranza con el objetivo de visitar cada día una o dos localidades, en donde se trata de expandir aún más el cadismo entre todos los sectores de la población, especialmente entre los aficionados más jóvenes.
Ayer era el primer día en el que el autobús de dos plantas habilitado para la ocasión comenzaba a recorrer las carreteras de la provinca y las dos primeras paradas las realizó en Barbate y Vejer. Al frente iban el vicepresidente de la entidad, Francisco Puig, y los consejeros Antonio Muñoz Tapia y Miguel Cuesta, además de cinco empleados del club que atendieron a todos y cada uno de los seguidores que se acercaron para obtener información.
La parada en Barbate estaba prevista a las cinco de la tarde en el paseo marítimo junto al faro. Aunque finalmente llegó con cerca de una hora de retraso, fueron numerosos los bañistas que se acercaron al autobús para informarse. Todos aquellos abonados de la pasada temporada tuvieron la oportunidad de renovar sus carnés y los que no lo eran recibieron panfletos informativos sobre cómo hacerse abonado cuando se abra el plazo de inscripción para ellos.
En Vejer también fueron muchos los seguidores que se acercaron hasta el autobús amarillo, que estaba adornado con gigantescas fotografías de futbolistas como Lucas Lobos, Abraham Paz o Jonathan Sesma.
Hoy, la caravana estará en Puerto Real con Pepe Mata al frente, mientras que mañana se desplazará hasta las localidades de Los Barrios y Castellar.
En un principio estaba previsto el pasado martes se iniciara la caravana con Medina y Benalup como primeros destinos, pero un problema técnico provocó un cambio de planes y que se aplazara para otra fecha que aún no está prevista, aunque probablemente será el próximo lunes.