No por previsible el hecho ha sido menos molesto para los vecinos. En San Félix, 8 algunos llevan días sin dormir muy bien, preocupados por el traslado que tendrán que hacer en breve para solucionar los problemas que han ocasionado las obras en el solar adyacente.
Estas obras, que obligaron al desalojo de una finca en la calle paralela -el número 3 de Lubet- hace poco más de un mes y de otra en Pericón de Cádiz, 19, están hoy en día paradas, a la espera de que se construya un muro pantalla para aguantar y reforzar los cimientos de las fincas colindantes.
Desde que se iniciaron estos trabajos, comenzaron a aparecer grietas en las tres fincas: Lubet, 3, Pericón, 19 y San Félix, 6, hasta que hace un mes comenzaron a caerse partes de las casas. En Lubet -la que se encuentra en peor estado de las tres- fue la zona del lavadero lo que mantuvo a los vecinos alojados en hoteles y en casa de familiares durante más de 15 días. Cuando volvieron a sus casas, lejos de solucionarse el problema aparecieron otros, como el derrumbe de una pared y el hundimiento de parte de la escalera.
El pasado viernes, la empresa constructora y promotora de las obras del enorme solar de La Viña, San Miguel, habló con los vecinos para buscar pisos en donde realojarlos mientras siguen adelante las obras. «Es un desalojo consensuado, porque de hecho nos lo han pedido ellos, pero no era necesario porque el edificio no tiene ningún daño», señaló Miguel Reiné, de la promotora San Miguel.
Según Reiné, lo «normal» es que aparezcan grietas en los edificios colindantes cuando se realiza una obra en un solar adyacente en el casco viejo gaditano, «independientemente de si hay plantas de garaje o no». El promotor pide que no cunda la alarma social, pero admite que los vecinos tienen «inquietud y susto» y que por ello acordaron acceder a su petición de marcharse temporalmente de sus casas.
Según el arquitecto de la obra, los problemas se han originado precisamente a la hora de realizar el muro pantalla, que es una solución de cimentación que «representa una garantía de que los edificios están asegurados». Se trata de introducir hormigón para reforzar esos cimientos que en algunos casos no son los más adecuados, apuntó.
Vibraciones
El arquitecto admitió que las fisuras en los tres inmuebles fueron provocadas por las vibraciones de la maquinaría en el solar y agregó que mientras que las grietas eran previsibles en San Félix, 8, por el lugar en donde estaba situada la finca, no lo eran en Pericón de Cádiz, 19, mientras el caso de Lubet, 3 se agravó por el mal estado del inmueble.
María del Carmen, una vecina de San Félix, 6, tiene las losas de su cuarto de baño levantadas y parte de la escayola ya se ha desplomado. También tiene humedades en el salón que, aunque admite que no son nuevas, se han acentuado con las obras del solar.
«Aquí estamos a base de café y pastillas», resume esta vecina, cuya familia está compuesta por seis miembros. El resto de sus vecinas, reunidas en el patio, asiente. La finca, que se encuentra en bastante buen estado -«gracias a que los vecinos la hemos arreglado», subraya otra- cuenta con ocho familias, en donde hay varias personas mayores y sobre todo niños.
Los habitantes de este edificio, por el momento, no se han puesto de acuerdo con la promotora porque dicen que ésta les ha buscado pisos sin amueblar «y nosotros no podemos hacer las mudanzas, con nuestros muebles, porque algunos están muy viejos y si se rompen, a ver quién nos lo va a pagar después».
También en Pericón, 19 se hará un traslado del mobiliario de los vecinos, informó uno de los afectados, para evitar deterioros durante la ausencia de los vecinos, que siguen alojados en hoteles a la espera de que puedan volver a sus casas.