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Miércoles, 21 de junio de 2006
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Domenech carga contra los árbitros Las alternativas del técnico galo por la sanción de Zidane
El seleccionador francés busca un enemigo exterior para disimular sus desavenencias con Zidane y el clan de veteranos
Domenech carga contra los árbitros Las alternativas del técnico galo     por la sanción de Zidane
DISTANCIADOS. Zidane cruza cabizbajo por delante de su seleccionador camino del vestuario. / EFE
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Raymond Domenech ha encontrado un enemigo exterior para galvanizar unas tropas minadas por los clanes, las rencillas y las desavenencias con el cuadro técnico. El seleccionador francés no ha pecado de originalidad a la hora de designar la supuesta mano negra persecutoria de los 'bleus' en Alemania puesto que ha señalado con el dedo inquisitorial a los árbitros.

En una comparecencia ante la prensa, celebrada ayer en Hamelín, el técnico llegó a afirmar que está falseada la clasificación del grupo G, en el que Francia debe imperativamente batir a Togo, ya eliminada, el próximo viernes en Colonia, por dos goles de diferencia para garantizar el pase a octavos de final.

«Pienso que, tras dos partidos, los suizos han sido ampliamente favorecidos por el arbitraje», opinó Domenech, sin entrar al trapo tendido por un compatriota periodista de ver una relación en los vínculos de la FIFA con la Confederación Helvética. A su juicio, Patrick Müller, defensa suizo del Lyon, cometió dos penaltis no sancionados: derribó al togolés Emmanuel Adebayor y cortó con la mano un disparo a puerta del delantero del Arsenal Thierry Henry. «Cuando ví que volvió a jugar al balonmano dentro del área, digo que ciertos equipos han sido beneficiados por el arbitraje y otros, perjudicados», declaró.

El gol fantasma

Además, Domenech se quejó del gol fantasma no concedido a Patrick Vieira contra Corea a pesar de que la imagen congelada prueba que el balón traspasó la línea. También protestó por la amonestación mostrada a Zinedine Zidane por haber sacado una falta demasiado rápido ante Suiza.

«Son tres decisiones que nos penalizan verdaderamente. Notamos una forma de injusticia. Quieres ser majo, pero cuando se dice que a lo largo de una temporada los errores se equilibran, en dos partidos no pasa», planteó sin disimular el deseo de que «esas injusticias marquen un sentimiento de revuelta en los jugadores, conscientes de que también hay que luchar contra esto».

Zidane celebrará su 34º aniversario el viernes sin poder jugar el partido decisivo contra Togo pues vio una segunda tarjeta a cinco minutos del final ante Corea por una falta impulsiva. Poco después Domenech lo cambió por David Trezeguet, que recibió con una sonrisa irónica su estreno mundialista en el minuto 91. El capitán sustituido arrojó su muñequera al banquillo sin dirigir la mirada al entrenador. Los observadores han percibido en el lance un nuevo episodio de la guerra fría de influencias larvada entre el astro crepuscular y el entrenador astrólogo.

Mar de fondo

«Son puras especulaciones, hace dos años que me salen con eso. ¿Qué quieren que les diga? Sigan, no es molesto», replicó Domenech a los periodistas, convencidos de la existencia de mar de fondo entre las dos fuertes personalidades. «Discuto con él, hablamos del equipo, de lo que pasa. Cada cual hace su trabajo, él lo hace bien. Cada uno trabaja por el equipo para ir lo más lejos posible... ¿Quieren que invente algo para tratar de decirles lo contrario?», expuso.

El cambio intempestivo da la impresión de un castigo a un jugador que nunca pronuncia el nombre del seleccionador y que lidera el 'consejo de los ancianos', verdadero núcleo de poder fáctico en el seno del combinado 'bleu'. Por añadidura se produjo ante sus hijos, presentes en la tribuna, y puede suponer la salida por la puerta de atrás a la carrera profesional de un prejubilado de trayectoria gloriosa.

«Para mí fue una proyección de que estará suspendido el próximo partido. Mi idea era enviar un signo a todo el mundo de que el futuro es Togo», alegó de forma poco convincente. El rizo de la provocación por parte de Raymond Domonech sería que, en ausencia de 'Zizou', el seleccionador trazara ante el combinadao de Togo un dibujo con dos puntas, el esquema defendido sin éxito por el jugador sancionado. La opción de alinear por fin juntos a Henry y Trezeguet, con un volante de enganche tipo Dhorasoo o Ribery, parece lógica en un once necesitado de vencer con holgura. «No por poner catorce atacantes se marcan más goles», objetó el técnico, quien no dio pistas sobre sus reflexiones.

Una alternativa es regresar al clásico 4-4-2 que dio buenos resultados en los partidos de preparación. Este sistema de juego fue abandonado al inicio de la competición por un 4-2-3-1 que deja a Henry muy desasistido en la delantera. «Nuestra ambición es ir lo más lejos posible. Seguimos pensando en el futuro. Nos preparamos para el partido contra Togo pero también nos ocupamos del siguiente», dijo Domenech, que eludió abordar un posible cruce con la selección de España, potencial campeona del grupo H.



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