El supuesto sobrepeso de Ronaldo ocupó buena parte de la preparación de la selección brasileña en Weggis. No ayudó el misterio con el que la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) afrontó el asunto y quizás tampoco la chifla con la que el propio futbolista asumió un tema que se convirtió en poco menos que vital para el periodismo. Sin embargo, nadie reparó en que el jugador presenta unos índices de grasa ideales para un deportista de elite y en que el músculo tiende a pesar más que los michelines.
La alimentación de la selección 'canarinha' no ha dejado de generar debate en los días previos al inicio de la competición. La nutricionista de la CBF, que compagina su tarea con su actividad diaria en el Flamengo, Silvia Ferreira, decidió prohibir los platos típicos de la comida alemana y también los más socorridos de la brasileña. De este modo, las salchichas y carnes de cerdo del país anfitrión, así como la 'feijoada' (potentísimo guiso de judías) y el churrasco de Brasil permanecen alejados de los estómagos de los seleccionados por Parreira.
Esto podría parecer natural al tratarse de una concentración futbolística de alto nivel, pero existen referencias cercanas sobre los problemas que estos vetos pueden generar: en 1994, la entonces nutricionista de la selección dimitió porque no pudo impedir que la 'feijoada' apareciera en cada comida de los tetracampeones mundiales. En 2001, en la Copa América de Colombia, los jugadores celebraban con ese manjar cada victoria, por indicación del jefe de delegación, para disgusto del profesional de la nutrición y sobrecarga de la actividad intestinal de los referidos.
La hidratación, crucial
Ni siquiera los días de fiesta de que disfrutan los futbolistas quedan liberados de tales prohibiciones. En su momento, se solicitó un poco de manga ancha para el disfrute del estofado de judías en esos periodos, y solamente se consiguió que la nutricionista desaconsejara su ingestión y que de mala gana aceptara que no hay modo de controlar a los jugadores durante su descanso. Menos todavía cuando la mencionada especialista no ha viajado con la selección en su estadía europea y debe fiarse de las explicaciones que el cocinero y los médicos le ofrecen acerca de su negociado.
Otro aspecto crucial es la hidratación, dado que el calor está haciendo perder a algunos jugadores un par de kilos por entrenamiento. Además de la bebida, se suministra a cada seleccionado un par de sobres con un bebedizo pastoso rico en vitaminas, con sabor de fresa y plátano, o de frutas tropicales. Junto a este brebaje, la pasta, el arroz, las patatas, los huevos, lácteos, ensaladas y algo de carne son suministrados en proporciones adecuadas para que el presunto sobrepeso sea solamente un tema legendario en las informaciones de la selección brasileña y no se convierta en una realidad molesta para todos aquellos que tienen la responsabilidad de mantener a los jugadores como pinceles.