Los mexicanos solicitan árnica a Portugal en el estadio de Gelsenkirchen, aunque sólo sea porque su relación con el otro país ibérico les acerca en la historia. Pero Angola, ex colonia lusa, se agarra con más razón a la familiaridad de los viejos tiempos para esperar que sus pasados terratenientes superen a los centroamericanos. Los africanos necesitan la derrota del conjunto mexicano para albergar alguna posibilidad de continuar. Todo dependerá del empeño que lusos y mexicanos pongan en ganarse, pues la igualada sirve a sus intereses. Los portugueses, con seis puntos, rematarían su liderazgo en el grupo. Y los mexicanos, actualmente con cuatro, confirmarían su segundo puesto. Ricardo La Volpe, entrenador de Márquez y compañía, no quiere ni pensar en el desastre que significaría regresar a casa a la primera. Y echa mano de sus lemas. Porque tiene más de uno. «Ya advertí que para México cada partido sería una final». Gran verdad. El empate con Angola, en la segunda jornada, ha supuesto que el enfrentamiento más difícil, ante Portugal, sea fundamental.

Aunque el técnico brasileño ha dejado entrever que reservará a Figo, a pesar de que Cristiano Ronaldo y Pauleta también se queden finalmente en el banquillo, ahí estarán Nuno Gomes, Simao y el propio Deco para protagonizar el fútbol de ataque rojiverde.