En Primera, el Cádiz era el equipo con la edad media más alta de la categoría. Hasta ocho veteranos sobrepasaban los 30 años, y sólo Estoyanoff, Bezares y De la Cuesta aportaban savia nueva a un grupo exento de canteranos.

Punto y aparte. El club ya ha comenzado una política de rejuvenecimiento de su plantilla apostando por fichajes jóvenes prácticamente en su totalidad y dando salida a los veteranos. Por ello, se decidió no renovar a jugadores que habían cumplido pero no entraban en el proyecto. Es el caso de Eduardo Berizzo, Roberto Suárez, Iván Ania o Benjamín (cedido como Bezares pero por el que no se intentó ninguna opción de compra). También baja mucho la media de edad la salida de Oli, que deja su hueco a Javier Acuña.

Y es que si hay un lugar donde se aprecia notablemente el cambio generacional es en el banquillo. La entidad gaditana tenía como primer requisito en la elección del técnico la juventud. Buscaba un preparador joven que reemplazara a Víctor Espárrago, que contaba con 64 años de edad, y la permuta no ha podido ser más drástico. El relevo ha sido un entrenador sin ninguna experiencia.

Cuatro veteranos más

Aún queda algún que otro descarte, presumiblemente en el lateral derecho donde hay cuatro hombres para solo dos puestos. La juventud de Vella y Bertrán pugnarán con la veteranía de Varela y Velázquez, y el Cádiz seguirá apostando por el rejuvenecimiento de la plantilla.

Este año han abandonado Carranza algunos veteranos y está previsto que en campañas inmediatas vayan saliendo jugadores importantes como Varela, De Quintana, Armando o Fleurquin vayan dejando su hueco a los jóvenes. Ejemplar es el caso de Fleurquin, que hasta la temporada pasada renovaba por partidos pero al que sólo le queda un año de contrato y deberá negociar su continuidad.

En el caso de las salidas está clara la postura del club. Al margen queda la venta de Mirosavljevic (por su condición de extracomunitario) y las cesiones de De la Cuesta (por el mismo motivo) y Navas, si bien el Cádiz sigue confianza en su fútbol.

En cuanto a las contrataciones, la política de la secretaría técnica es fichar a jóvenes figuras en ciernes para que exploten en el equipo amarillo. Es la única manera de operar en un mercado muy caro y además asegura un tiempo largo de éxitos. Lejos quedan los tiempos enb que Alberto Benito buscaba experiencia y tiraba de viejos rockeros como Oli, Suárez, De Quintana o Quevedo.

El máximo exponente de esta nueva generación, además de De la Cuesta, es Javier Acuña. Con 18 recién cumplidos suplirá a Oli, que tiene 34. Luego está la cesión del boliviano Gustavo Pinedo, que actualmente entrena con las categorías inferiores.

Y cuatro canteranos

Junto a ellos, destacan las contrataciones de Lobos y Vella, con las miras puestas en el futuro y redactando contratos de larga duración (hasta el año 2010). La renovación de por vida de Bezares, el regreso de Miguel o la negativa a vender jugadores maduros pero aún con proyección como Pavoni, Sesma o Enrique respaldan esta postura. Tampoco hay que descartar la llegada de algún veterano que aporte experiencia en momentos puntuales, como es el caso de Fernando Morán.

Y el último punto en este plan renove es la confianza en una cantera en la que se ha invertido mucho dinero. Dani, Chico, Ezequiel y Miguel Ángel reducirán la edad media de la plantilla y traerán la ambición y frescura de la gente joven. En sus manos está el futuro que busca el nuevo Cádiz.