Un hombre de 30 años, que sufre trastornos mentales, fue condenado ayer en la Audiencia a permanecer seis meses ingresado en un psiquiátrico por estafa continuada y cuatro días de localización permanente por una falta de hurto.
El condenado, que ya está en un centro especializado, sustrajo 1.236 euros a dos ancianos de 80 y 91 años, vecinos de Cádiz, en 1998. Gabriel Sampedro Martínez hizo uso del timo del pariente para abordar a los hombres. A uno le engañó diciéndole que un hermano suyo había sufrido un accidente y necesitaba 36 euros para asistirle. Gabriel logró convencer a su víctima para que subiera a casa y cogiera dinero. Le acompañó y ya en el interior del domicilio aprovechó para sustraer unos 210 euros del bolso de la hija del perjudicado.
Ese mismo día, pero ya de noche, empleó el mismo sistema con otro anciano que abordó a la salida de un bar. A esta víctima logró robarle 1.200 euros. Gabriel Sampedro fue detenido diez días después en Madrid, donde se le buscaba por haber cometido de timos similares. El fiscal ha rebajado su petición de cuatro años de prisión y nueve fines de semana de arresto, ya que se ha tenido en cuenta que el acusado sufre esquizofrenia y trastorno bipolar. Sí se mantiene el pago de 2.650 euros a las víctimas, pero el acusado se declarará insolvente.