Una bomba oculta en un minibús con trabajadores afganos ha provocado la muerte de al menos 10 personas y ha causado heridas a otras 15 en una base de la coalición aliada en Kandahar.

El ataque, orquestado supuestamente por militantes talibán, tuvo lugar mientras el vehículo transportaba a los trabajadores a la base aérea de Kandahar, según Abdul Hakim Hungar, el ayudante del jefe de Policía de la provincia. La explosión destruyó el minibus y esparció sangre restos humanos, según testigos, a lo largo de la carretera.

El portavoz de las fuerzas aliadas, el mayor Quentin Innis, afirmó que la explosión estaba destinada a acabar con los trabajadores afganos al servicio de la Coalición. "Creemos que la bomba se encontraba en el autobús, o dentro o debajo del mismo", informó.

Los militares estadounidenses responsabilizan a los talibán del ataque, aunque "esta es la primera vez que han atacado a los trabajadores afganos", reconoció el portavoz.