-¿Cómo se aficionó?
-Mi historia con el baloncesto es muy fácil de definir, ya que justo al lado de mi casa había una pista de baloncesto y fútbol sala.
-¿Por qué escogió el baloncesto y no el fútbol sala?
-La verdad es que tampoco tengo muy claro por qué escogí uno u otro. Supongo que me sentí más hábil con las manos que con los pies y tiré por el deporte de la canasta.
-¿Cuándo empezó a jugar en algún equipo?
-En un principio comencé a jugar con mis amigos en la calle. Nos reuníamos en la pista de baloncesto y organizábamos algunos partidillos improvisados. Posteriormente, un entrenador me observó cómo jugaba y me dijo que me fuera a un equipo.
-¿Cómo ha ido la temporada?
-No demasiado bien, sólo hemos ganado tres partidos esta campaña pero el resultado, en algunas ocasiones, no es lo más importante a este nivel competitivo.
-Entonces, ¿qué es lo que más valora en este deporte?
-He estado en equipos en los que he ganado muchos partidos, pero no me he sentido cómoda. Sin duda, en el Chajeba quizás no hemos conseguido unos registros muy buenos, pero podemos presumir de un grupo humano excelente y un ambiente fantástico a todos los niveles.
-Diversión antes que competición...
-Está claro. Hay que divertirse ante todo. Además, somos muchas jugadoras las que trabajamos y tenemos que viajar para jugar con lo que no nos queda mucho tiempo para preparar los partidos. Aún así, disfrutamos aunque sea complicado conseguir el triunfo.
-¿Qué es más difícil, ganar un partido o diseñar un logotipo?
-Los dos están complicados. Personalmente, creo que diseñar y crear un logotipo es más fácil que ganar un partido. Por lo menos, a mí me cuesta mucho más ganar un partido, el diseño es algo que me sale ya como algo innato.
-¿Cómo diseñaría su propia marca?
-Supongo que al jugar y sentir este equipo pues tengo un plus de creatividad. Sobre todo hay que hacer las cosas con mucho cariño.
-Un deseo...
-Me gustaría que el año que viene hiciéramos una gran temporada y si puede ser que ascendiéramos.