El Unicaja de Málaga hizo valer el factor cancha y se adjudicó el quinto y decisivo partido de las semifinales ante el DKV Joventut por 88-75, en un partido bronco en el que la dureza fue la protagonista.

Sorprendentemente, durante los dos primeros cuartos el dominio fue para el cuadro local, que siempre estuvo por delante en el marcador.

No obstante, en la reanudación, un parcial de 10-0 en los primeros instantes del tercer cuarto permitió que los malagueños le dieran la vuelta al marcador (53-45) y se escaparan en el electrónico.

A partir de ese momento, que a la postre fue clave, el Joventut, que llegó al tercer cuarto muy cargado de faltas personales por su excesiva dureza, no pudo con el cuadro de Sergio Scariolo. Los pupilos del italiano llegaron a ponerse trece puntos por delante cuando se habían disputado tres minutos del último período (74-61), logrando una ventaja casi decisiva.

En los últimos minutos el equipo catalán intentó remontar desde la línea de tres de la mano de Alex Mumbrú (17 puntos), el único recurso al que se podía agarrar como un clavo ardiendo. Pero el Unicaja, liderado por el estadounidense Marcus Brown (que con 31 puntos tuvo números de estrella) y Berni Rodriguez (19), se llevó el partido con el marcador final de 88-75.

Los malagueños tienen ahora dos días para preparar la final contra el Tau Vitoria, que comenzará el viernes en el Martín Carpena. El presumible cansancio será su principal enemigo.