El velero Ocean Wind, que fue abordado el martes pasado a 360 millas al oeste de Cádiz (en las inmediaciones del Cabo San Vicente, en Portugal), llegó ayer al puerto de Cádiz custodiado por una patrullera de Vigilancia Aduanera. En el interior del barco, tipo goleta, viajaba un cargamento de 3.000 kilos de cocaína y los cuatro tripulantes esposados. El fuerte viento complicó las maniobras de atraque en Puerto América y se optó por trasladar el velero, con la ayuda de un remolcador, al muelle pesquero de la capital donde fue descargado el centenar de fardos de estupefacientes.
A pie de dársena, el jefe de la Unidad central de Drogas y Delincuencia Organizada (UDYCO) de la Policía Nacional, Eloy Quirós, desveló algunos detalles más del itinerario que seguía el Ocean Wind. El velero, de unos 25 metros de eslora, había sido cargado con la droga en aguas del Caribe gracias a la ayuda de una embarcación auxiliar que había zarpado con la cocaína en sus bodegas y la trasvasó al Ocean Wind. Ésta es la práctica habitual entre los narcos que buscan así eludir los controles que existen en los puertos.
El barco fue abordado por las patrulleras del Servicio de Vigilancia Aduanera cuando se dirigía hacia el pasillo marítimo del Estrecho. La función del Ocean Wind era la de buque nodriza de la mercancía. Al alcanzar el Mediterráneo, distintas planeadoras de alta velocidad se encargarían de trasladar la cocaína a distintos puntos del litoral andaluz, del levante e incluso de países como Francia. Precisamente, el velero tiene su base en Amsterdam, donde se sospecha que llegaría parte de la mercancía.
La Policía está investigando por qué el Ocean Wind navegaba hasta con tres pabellones distintos, como adelantaba ayer este medio. Aunque en el momento de la detención llevaba bandera norteamericana, disponía también de otras dos de Holanda y Turquía. Se cree que la tripulación cambiaba los pabellones en función de la ruta que siguiera, y enarbolaba la menos sospechosa en cada ocasión.
El abordaje del velero se ha producido tras meses de investigación de la UDYCO central, que está tras los pasos de una organización internacional de narcotráfico que podría estar utilizando puertos deportivos como el de Sotogrande para la introducción de cargamentos de coca que distribuye por Europa.
Precedente en el Caribe
Una de las pistas que confirmarían la existencia de esta organización es la interceptación a principios de mayo, por parte de la Armada Francesa, de un velero de similares características y de nombre, Ocean Breeze, que fue abordado en aguas del Caribe. La tripulación también estaba compuesta por tres búlgaros y un turco, que lograron incendiar el barco antes de que intervinieran los militares galos y fueran detenidos. Tras hundirse la embarcación, la Armada sólo pudo recuperar 57 kilos de polvo blanco, aunque hay indicios de que el cargamento rondaba también las tres toneladas. El velero había partido de las costas españolas en febrero.
La Policía Nacional, explicó el jefe de la UDYCO central, ha detectado una novedosa presencia de ciudadanos turcos en el negocio de la cocaína. Esto se debe a que han abandona el tráfico de heroína, en el que solían tener una posición predominante, por el descenso drástico de demanda y de ganancias.
Los cuatro tripulantes del Ocean Wind fueron identificados como Korpect L., de 36 años y de nacionalidad turca; Hristov Maryjan D., de 28 años; Zahariev V. V., de 30 años; e Ivanov I. E., de 34 años. Estos tres últimos son ciudadanos búlgaros. Según las primeras declaraciones realizadas por estas personas, el ciudadano turco consta como capitán de la goleta, a semejanza del barco hundido en el Caribe donde su compatriota también lideraba a la tripulación. Los detenidos serán trasladados a Madrid donde tienen que personarse ante el juez instructor del juzgado nº1 de la Audiencia Nacional, que lleva las diligencias de esta operación.