Zigor Merodio Larraona, presunto integrante del comité ejecutivo de ETA en calidad de jefe del aparato financiero, fue detenido ayer en Burdeos tras saltarse un control policial en compañía de una mujer no identificada. El doble arresto, primero de etarras en Francia desde el anuncio de alto el fuego, fue calificado de «fortuito» y «fruto del azar» por responsables antiterroristas franceses. «Se trata de un concurso de circunstancias. La Policía montó un control de carretera y los vascos cayeron en él», expuso un mando policial galo. Las detenciones se produjeron a última hora de la mañana en la zona norte de Burdeos, entre el Lago y el puente de Aquitania sobre el río Garona. El vehículo de los etarras intentó darse a la fuga y colisionó con un camión. La pareja, que no resultó herida en el accidente, se apeó y continuó la fuga a pie pero al cabo de una veintena de metros fue atrapada por sus perseguidores. De inmediato, se identificaron como militantes de ETA.
Los policías intervinieron al hombre una mochila en cuyo interior había una pistola de marca Sig Sauer, habitual entre los jefes de ETA. También encontraron papeles de identidad falsos y un ejemplar del EHNA (siglas de Euskal Herriko Nortasun Agiria), el carné vasco promovido por la izquierda abertzale. Es la primera vez que un presunto etarra es detenido en posesión del EHNA, circunstancia que permitió la identificación del portador.
Los arrestos, los primeros de autoproclamados militantes de ETA que se producen en Francia desde el inicio del alto el fuego permanente, fueron tildados de casuales por fuentes de la investigación.