El Ejército hebreo mató ayer a siete palestinos en Gaza y Cisjordania, en lo que constituye la oleada de violencia más mortífera desde las elecciones en Israel. Tres milicianos de Yihad Islámica y un policía palestino perecieron en la primera operación con comandos terrestres judíos en el interior de la franja de Gaza desde la evacuación de los colonos hebreos el verano pasado. La intervención se inició antes de la madrugada, cuando una unidad militar cruzó la verja que separa Israel del norte de la Franja al amparo de la noche y se apostó en la zona de la antigua colonia de Duguit a la espera de que los activistas acudieran al lugar, como ocurre con frecuencia, para disparar sus cohetes.

Poco después llegó a la zona un comando integrado por tres milicianos de Yihad Islámica que fueron abatidos por los soldados durante un prolongado tiroteo que duró varias horas y en el que participaron varios helicópteros que dispararon misiles. Más tarde, cuando el tiroteo había concluido, apareció un policía palestino junto con varias ambulancias, que también murió al ser alcanzado por los disparos de los militares. En la Cisjordania ocupada el Ejército llevó a cabo varias operaciones que se saldaron con la muerte de dos miembros de las Brigadas Al-Aqsa, que son las milicias de Fatah aunque actúan de manera independiente, y un militante de Yihad.

Ejecución

Un incidente de distinta naturaleza se produjo en Naplusa, cuando milicianos de las Brigadas ejecutaron a una pareja de amantes por haber pasado información a Israel sobre tres activistas que los soldados mataron en marzo. La mujer, casada y madre de cuatro niños, fue ajusticiada por su propio hermano. Por otra parte, los cuatro diputados que Hamas obtuvo por la circunscripción de Jerusalén apelarán al Tribunal Supremo israelí contra la orden del ministro del Interiordel estado judío, que amenazó con deportarles si no abandonan toda actividad política y se dan de baja de la organización fundamentalista.