La vida de entrenador no tiene nada que ver con la de jugador. Y Oli lo está empezando a vivir en sus propias carnes. Se acabó el preocuparse sólo de entrenar y mirar si está incluido en la lista de convocados. El nuevo responsable de la primera plantilla del Cádiz apenas lleva cinco días en el cargo y ya son mil y un asuntos los que tiene en la cabeza. Desde ver partidos de Segunda, a vídeos de jugadores, mantener contactos con posibles fichajes o ultimar todos los detalles de la pretemporada, que probablemente volverá a ser en Benalup.