El segundo puente sobre la Bahía contará con dos grandes enlaces que conectarán sus más de 3 kilómetros de longitud con Cádiz, en la barriada de la Paz, y Puerto Real, en la zona de Río San Pedro. Esta última tendrá, además, un gran viaducto adicional que entroncará con el otro acceso a la capital a través de la N-443, que Fomento tiene previsto desdoblar durante este mismo año.
El proyecto diseñado por el ingeniero Javier Manterola puede dividirse en tres grandes tramos, correspondientes a sus dos accesos y a la gran superficie central que se elevará 69 metros sobre el nivel del mar. Se convierte de esta forma en el más alto de Europa y en uno de los más altos del mundo. Sus dos torres de 180 metros (equivalentes a un edificio de 60 plantas) darán una nueva perspectiva de la Bahía y sustituirán a las torres eléctricas como las edificaciones más altas de la ciudad.
El acceso a Cádiz contará con una gran glorieta que conectará directamente con los carriles del puente, mientras que Puerto Real tendrá un segundo viaducto con 19 vanos que será atravesado por calles y avenidas.
ACCESO A CÁDIZ
Un paso subterráneo entre avenidas
El enlace de Cádiz se configura desde una gran glorieta de 70 metros de diámetro situada entre la Avenida de la Bahía y las de las Cortes de Cádiz, en la barriada de la Paz. Los carriles con origen y destino en el puente discurren directamente desde el centro de la glorieta con el objetivo de dar más fluidez al tráfico de acceso. Además, existe un paso inferior subterráneo de comunicación entre las dos avenidas para favorecer el tráfico de paso sin interferir en el de la glorieta. El diseño cuenta con un tratamiento paisajístico para integrar la infraestructura en el entorno urbano y realzar la imagen de modernidad de la ciudad.
Un aspecto decisivo en el desarrollo de esta barriada será la solución que se dé a la plaza de Sevilla y a la carretera industrial, como un segundo eje longitudinal de la ciudad y que podría enlazar directamente con el segundo puente. Hay que recordar que ya existe un proyecto por parte de la Junta de Andalucía para instalar una estación intermodal de autobuses en la plaza de Sevilla, que complemente toda la oferta de transporte con la que cuenta esta parte de la capital: tren, barco (tanto de cruceros como el futuro catamarán de la Bahía) y autobús.
El tramo de acceso que llega hasta el puente móvil se sitúa en la barriada de la Paz, con una pendiente del 5% y 6 vanos centrales. Su diseño esbelto y perfilado cuenta con una estructura mixta de acero y hormigón.
El puente móvil ha sido una de las últimas incorporaciones al diseño para permitir el paso de barcos de gran altura y anchura. El tramo móvil cuenta con dos hojas de 245 metros de longitud y 185 de luz. Su objeto principal es permitir la navegación de grandes buques que puedan ser encargados a los astilleros de Navantia. Su realización lleva aparejada la construcción de una nueva canal que permita conseguir un mayor calado para esos barcos y que ha causado cierta confusión acerca de la necesidad de realizar una nueva declaración de impacto. Finalmente se ha solucionado mediante una declaración de impacto medioambiental separada, del mismo modo que tampoco será necesario esperar a su dragado para la construcción del segundo puente. Dadas las dimensiones de los barcos que necesitan el alzado del tramo móvil, podrían pasar muchos años antes de que fuera necesario su uso.
TRAMO CENTRAL
176 tirantes para soportar el tablero
El tramo central es el más espectacular, al disponer de las dos torres atirantadas, y el que va dar el perfil más fotogénico a la infraestructura, algo que se acentuará con la iluminación nocturna que se ha diseñado. Todo ello sobre 69 metros de altura, una de las mayores del mundo, y con una luz del vano principal de 540 metros. Cuenta además con otros cuatro espacios, dos junto al puente móvil y dos en el extremo junto al enlace de Río San Pedro.
Mención aparte merecen las dos torres del puente que se elevan hasta los 180 metros de altura, con 88 tirantes cada uno, soportando un peso del tablero de 2.300 toneladas. Los 176 tirantes que literalmente colgarán de ambas torres ha sido diseñados con una triple protección contra el óxido provocado por el salitre y cada uno cuenta en su interior con otros 80 cables que lo conforman. Las torres se han diseñado en forma de Y invertida para permitir el paso del tablero.
Otro aspecto importante es la protección contra el efecto del viento en los vehículos, potenciado por la gran altura que alcanza la infraestructura. Se colocarán unas pantallas semitransparentes para proteger todo el tráfico rodado y evitar que las ráfagas transversales puedan perjudicar a los vehículos.
Aunque no existirá un espacio específico para el paso de peatones, los empleados de mantenimiento sí contarán con un margen para atravesar el puente a pie.
Hay que recordar que se han reservado tres carriles por cada sentido además de un espacio central en forma de mediana que podría contar con algún tipo de transporte público, como el tranvía ligero, si bien se han descartado los trenes pesados por su gran peso y la pendiente que tendrían que soportar.
Precisamente la pendiente con la que cuenta la infraestructura hará casi imprescindible la reserva de, al menos, un carril en cada sentido para el paso de tráfico pesado, ya sean camiones o autobuses. El índice diario de paso de vehículos podría situarse en los 150.000 vehículos, una capacidad que prácticamente triplica a la que actualmente posee el puente de Carranza y que según los expertos hará totalmente innecesarias nuevas infraestructuras de este tipo en la Bahía.
ENTRADA A PUERTO REAL
Diseño pensado en el tráfico de los polígonos
El tramo de acceso a Puerto Real que llega hasta la barriada de Río San Pedro cuenta con 23 vanos, los cuales junto con la disposición de las pilas se han diseñado de forma que absorba al máximo el tráfico denso derivado de las múltiples instalaciones industriales existentes en su margen. Hay que tener en cuenta que toda la zona de La Cabezuela está experimentando un enorme desarrollo gracias a la actividad portuaria, que se verá notablemente favorecida por el dinamismo en las comunicaciones que aportará el segundo puente. Una ventaja fundamental para esta actividad va a ser acercar todas las instalaciones portuarias, incluyendo la futura ampliación de la planta delta.
Una actuación adicional a la del puente, pero que es de gran importancia, es un viaducto entre La Cabezuela y los enlaces de Río San Pedro, que conectarán con la red de carreteras existente. Este viaducto adicional tendrá 19 vanos atravesados en su parte inferior por diferentes calles y un tablero mixto de acero y hormigón.
En esta zona a ambos lados del viaducto se encuentran los enlaces de La Cabezuela, cuya función es comunicar la autovía con el polígono Río San Pedro, la barriada del mismo nombre, el muelle de La Cabezuela y el polígono del Trocadero. El objetivo es conectar la actual carretera N-443 con la nueva autovía de acceso a Cádiz a través del puente.