Quiero expresar mi indignación como ciudadana ante la total desfachatez mostrada por la delegada de Juventud y Fiestas, Ainhoa Gil Cruz, al decir que la edición de la Feria del Caballo 2006 ha sido una de las más tranquilas, cuando en realidad ha sido una mezcla de superbotellón y Kale Borroka. Desde que está al frente de la Delegación, la señora o señorita Gil ha originado que desde Fiestas surjan un cúmulo de necedades y de estulticias. Una de ellas fue colocar una chirigota en los pasados carnavales que cantaron toda una sarta de estupideces y que ofendieron, con razón, al párroco de San Marcos, ya que la ofensa gratuita de los sentimientos religiosos en las agrupaciones carnavalescas de Cádiz es impensable. Pero la señorita Gil no logró encontrar otra chirigota más decente.
Desde el año pasado, la Feria del Caballo solo se puede disfrutar al mediodía ya que la tarde-noche se ha hecho imposible. Ya el año pasado la señorita Gil dio la nota viendo como normal que en una Feria se acabe a tiros y navajazos. Quizás la chica comparó la situación con la tierra que la vio nacer, y claro, la Kale Borroka al lado de la situación que hemos padecido en ésta y en la edición pasada Feria hace que ésta banda se convierta en un jardín de infancia.
La dispersión de las casetas se ha mostrado no sólo inútil, sino, como todos esperábamos, contraproducente. Era vergonzoso pasear por el Real de la Feria solo a las 10 de la noche y tener que sortear todo un cúmulo de bolsas de basura, vidrios rotos, orines y vómitos en los paseos principales.
Cómo se puede hablar de tranquilidad cuando la noche del sábado de Feria la Policía Nacional tuvo que hacer hasta tres cargas policiales a distintas horas de la madrugada para dispersar broncas tumultuosas. Ha sido vergonzoso ver las diversas estampidas, con considerable riesgo para la integridad, de personas que sólo querían disfrutar tranquilamente de la Feria, con sus hijos pequeños incluso, y que tuvieron que correr para escapar de las trifulcas donde volaban las botellas y los vasos de cristal de un lado para otro.
Se quiere atraer al turismo, sin embargo, en una de esas estampidas puede ver con mis ojos como varios turistas corrían con cámara de fotos en ristre y en pantalones cortos. ¿Cómo se puede atraer al turismo si en nuestra fiesta más grande los turistas tienen que salir corriendo para evita una agresión? ¿Qué imagen se han llevado de Jerez? Se quiere atraer al turismo con tonterías como Las Edades de Jerez, ideada por el concejal Francisco Lebrero.
La idea de dispersar las casetas juveniles, no sólo ha obedecido a la intención de beneficiar a los amiguetes (dándoles los mejores sitios), sino que es la mayor muestra de incompetencia que se haya visto. Mayor imprevisión no se ha mostrado al cambiar de sitio al Círculo de Labradores sin saber que tenía un convenio con el Ayuntamiento que obliga a que ésta caseta esté en un sitio preferente.
Con mayor precisión y comunicando a los afectados, con tiempo, la decisión del traslado se hubiese evitado que hasta última hora no estuviese definido el plano de Feria.
La Feria ha sido un botellódromo insufrible que sólo ha servido para que la alcaldesa se hiciera un reportaje fotográfico en Bruselas con asociaciones afines, haciendo éstas de plameros, o para dejar imágenes que causaban vergüenza ajena como aquella en la que la alcaldesa experimentaba con un perro lazarillo cómo es ser una persona invidente.
Realmente ha sido una imagen penosa que hemos de propugnar. La integración de los minusválidos sólo ha sido una imagen populistas y ñoña que daba sarpullidos el sólo contemplarla. Ha sido verdaderamente la Feria de la Igualdad, todos por igual hemos padecido en la Feria la mayor muestra de gamberrismo que se pueda describir.
Desde aquí pido a la delegada de Juventud y Fiestas que si le queda un poco de decencia política dimita inmediatamente. O en su defecto, que sea cesada por la señora alcaldesa que debería estar más pendiente de la ciudadanía, poner en el Ayuntamiento a gente más competente y que trabajen más en su despacho en lugar de estar toda la Feria de jaraneo o en el Rocío, que está a la vuelta de la esquina.
Ana María Paéz
Márquez. Jerez