Miles de hectáreas de algodón seguirán poblando el paisaje de la comarca de Jerez pese a la nefasta reforma aprobada por Bruselas y que entró en vigor en enero de 2006. Y es que alrededor de mil agricultores de la provincia ya han declarado su intención de siembra de algodón para esta campaña, pese al varapalo en los precios y en sus rentas que supondrá la política comunitaria.
El futuro es impredecible, sobre todo porque muchos ojos están puestos en el dictamen del Tribunal de Justicia de la UE ante el que se presentó un recurso contra la reforma, pero lo cierto es que hoy por hoy en la provincia se van a sembrar 11.895 hectáreas de este cultivo vital para la zona y del que dependen además algunas industrias desmotadoras y cooperativas. De estas casi 12.000 hectáreas, la mayor parte (9.843) serán de regadío y 2.052 serán de secano.
Pese a todo, la reforma de Bruselas ya se ha cobrado su precio, y en esta campaña habrá en la provincia casi mil hectáreas menos que en 2005. En concreto, la disminución será de 937 hectáreas si se compara la intención de siembra de este año con la superficie del pasado, cuando se contabilizaron 12.832.
Y es que los efectos de la nueva normativa comunitaria han obligado a que la siembra de este cultivo en España no pueda pasar de las 70.000 hectáreas (el 95% de las cuales están en las provincias de Sevilla y Cádiz), por lo que muchos productores se han quedado en el camino. No hay más que ver las cifras sobre la intención de siembra en toda Andalucía, que suma este año 67.908 hectáreas frente a las 84.468 de 2005 (son 16.560 menos).
La gran aliada de los agricultores que han seguido adelante con la siembra del algodón ha sido la Producción Integrada, que ya lleva varios años presente en la zona rural de Jerez y que permitirá a los productores mejorar su renta gracias a las ayudas que dan las administraciones por acogerse a un proceso de trabajo más respetuoso con el medio ambiente.
Y es que el precio que se estima este año para el algodón (unos 30 céntimos por kilo, mucho menos que en otras campañas) no hace rentable el cultivo con los costes actuales. Por eso, muchos algodoneros de Jerez y de toda Andalucía (la superficie integrada de algodón sumará en Andalucía unas 30.000 hectáreas).
Como explica José Luis Ibáñez, técnico de la organización agraria COAG Cádiz, «casi todos los productores están ya inmersos en la Producción Integrada, porque los métodos que exige este sistema de cultivo no es muy diferente de lo que ellos ya hacían antes, por lo que no les supone muchos quebraderos de cabeza». A eso hay que unir que los costes de producción se reducen con esta forma de trabajo más respetuosa con el entorno, que antepone los métodos biológicos y naturales a los métodos químicos y que por lo tanto busca una mayor calidad evitando el uso de productos químicos o fitosanitarios.
Sin olvidar que los agricultores que se acojan a la Producción Integrada cobrarán unas ayudas de 350 euros por hectárea si firman el compromiso de cinco años, además de otra de 180 euros por hectárea para el que entregue un algodón de alta calidad.
En palabras de Ibáñez, «ésta es la solución más clara para la mayoría de los productores, sobre todo porque tampoco por el momento tampoco hay muchas alternativas a las que agarrarse».
Para este técnico que recorre a diario la zona rural y que está en contacto con los algodoneros, la reforma que ha aprobado la Unión Europea y que «ha sido mucho más dura que el documento que se presentó en un principio» es «un caramelo envenenado, porque da ayudas a los agricultores por no producir, por lo que se llenan el bolsillo un tiempo pero a la larga no queda nada. Es pan para hoy y hambre para mañana».