Francisco Camps se ha convertido en el segundo presidente de una comunidad autónoma gobernada por el PP en mostrar su discrepancia con el Estatuto de Andalucía esta semana. El jefe del Ejecutivo valenciano visitó ayer el Parlamento andaluz y tras l a parte institucional del viaje, en la que estuvo acompañada por María del Mar Moreno, presidenta de la Cámara andaluza, se puso el traje de faena. Asistió a un acto de los populares andaluces donde dijo que el término 'realidad nacional' -que se incluye en el Preámbulo del nuevo Estatuto andaluz- muestra un país imposible, que no existe y que atenta contra la solidaridad de todas las regiones españolas. Camps también criticó la falta de acuerdo entre los partidos mayoritarios andaluces y recordó que en Valencia, el Estatuto se había aprobado con un doble consenso -tanto en el Parlamento valenciano como en las Cortes Generales-.

Cortina de humo

Javier Arenas, presidente del PP-A, empleó parte de su intervención en zanjar la posición de su partido en relación con la aspiración andaluza de gestionar la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Arenas indicó: «Nosotros vamos a presentar una enmienda en el Congreso de los Diputados para que Andalucía tenga competencias sobre el Guadalquivir respetando las leyes, la Constitución española y a otras comunidades».

El líder de los populares andaluces indicó, sin embargo, que este asunto no es más que un teatro y una cortina de humo, porque el propio Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero habría dicho ya que no a las competencias exclusivas.

Arenas comentó: «Lo tranquilo que se queda Manuel Chaves montando una polémica con Murcia y luego traga y calla ante todo lo que viene de Cataluña, algo que me produce vergüenza».