La Junta de Andalucía y el Obispado de Cádiz y Ceuta fallan hoy el concurso de ideas convocado para la rehabilitación del Convento de Santa María, en el barrio con el mismo nombre. A dicho concurso se presentaron en una primera fase casi un centenar de prestigiosos arquitectos, de entre los cuales se seleccionó a ocho.

El jurado está formado por el director general de Arquitectura y Vivienda de la Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía, José Mellado; el vicario general de la Diócesis, Guillermo Domínguez Leonsegui; el delegado provincial de Obras Públicas, Pablo Lorenzo; El delegado episcopal para el Patrimonio Histórico, José Carlos García Solano; el representante de la Delegación de Cultura, José María Pérez Alberich; el decano del Colegio de Arquitectos, Julio Malo de Molina; el director de Edificación de la Empresa Pública de Suelo de Andalucía, Rafael Pavón y los arquitectos de prestigio designados por las partes convocantes: José Rodríguez Baladí, José Miguel Otxotenera, Ernesto Martínez, Antonio Fernández Alba, Antonio Ortiz y Ricardo Aroca Hernández-Ros.

El objeto principal de este concurso es la recuperación de uno de los edificios más importantes para la ciudad de Cádiz, no sólo por su valor urbano y arquitectónico, al ser generador de la trama residencial del arrabal de Santa María, una de las zonas más antiguas de la ciudad, sino también por su valor histórico, social y cultural.

La actuación contempla la transformación integral del convento, en el que, a la complejidad espacial, funcional y arquitectónica del convento, y su relación con la iglesia de Santa María, se prevé la construcción de 24 viviendas y equipamiento que exigen una reflexión sobre cómo actuar en el patrimonio, sobre cómo transformar un espacio en el que deben coexistir valores no sólo arquitectónicos, históricos, artísticos, sociales o culturales, sino de formas de vida, con nuevos valores contemporáneos.

Las nuevas viviendas, en régimen de alquiler para jóvenes y mayores, se pueden entender como una nueva forma de hospedería, que contribuirá a que la comunidad de religiosas pueda afrontar la intervención, así como al posterior mantenimiento y conservación del convento.

La superficie de intervención es de 2.393 m2 con 3.845 m2 construidos en la actualidad y se estima un coste total para la actuación de 3.545.750 euros.