El Xerez se enfrenta a otro match ball, otra pelota de partido que de salvarla le permitirá continuar revolviéndose y peleando por no despertar del sueño. Ahora más que nunca hay que sumarse a uno de los topicazos que más le gusta a Lucas Alcaraz. Partido a partido. No se puede mirar más allá. Si no se vence en Elche, la botella se volverá a ver medio vacía. El ánimo, la moral azulina pende del hilo de la victoria en el Martínez Valero. Dependiendo de los resultados que deje la jornada, un punto podría seguir dando vida a la ilusión xerecista, pero si deberas se quiere meter en la pelea y pugnar por lo que un día pareció tenerse al alcance de la mano, debe apelar al espíritu de supervivencia y volver a Jerez de la Frontera con tres puntos en la talega.

La semana de feria acabó el miércoles para la plantilla azulina. Alcaraz los quitó del fino y el farolillo para concentrarlos en Alicante, donde entrenan desde el jueves. Allí Lucas parece haber decidido retornar a la defensa de tres centrales y dos carrileros. La semana pasada, el granadino comentó que el retorno al 4-4-2 se veía condicionado a la falta de efectivos para el centro de la zaga. Ahora que Gerard y Mendoza ya han vuelto al equipo, parece que se volverá también a la defensa de cinco. De medio campo para delante no se esperan demasiados cambios más. Ríos podría repetir en el once, pero para ello tendría que desbancar a un García Granero muy fino en las jugadas a balón parado o a un imprescindible Camuñas. Precisamente fue en Alicante donde el Xerez ganó con el mismo sistema que utilizará hoy en el Martínez Valero. En el Rico Pérez se ganó 0-3, con goles de Dani Pendín, Sergio Castaño y Pedro Ríos, y se puso punto y final a la mala racha de once encuentros sin saborear la victoria. Las tierras levantinas suelen sentarle muy bien a los xerecistas.

En Elche se encontrarán un equipo muy mermado por las bajas. Hasta once pueden ser los jugadores que finalmente se caigan de la lista de Julián Rubio. El preparador sevillano ha tenido que tirar de equipo filial para completar una corta convocatoria. Los ilicitanos tienen por ahora nueve bajas seguras: las de los sancionados Raúl Martín, Alfredo Sánchez, José Manuel Santana, Fran Noguerol y Marc Bernaus y las de los lesionados Mario Gómez, Rubén Suárez, Jaime Navarro y Roberto Peragón. Un panorama desalentador para los locales que debe aprovechar el conjunto entrenado por Lucas Alcaraz.

Las bajas de los locales ha motivado que el técnico ilicitano haya tenido que llamar a tres jugadores de los equipos inferiores, Castells, de Tercera División, y Joaquín Calderón y Marco Díaz del juvenil. Además, se ha visto obligado a convocar a dos que están tocados, Benjamín Belmar Benja y Philipe Toledo.

Así las cosas, la alineación que presentará el Elche es una incógnita, sobre todo en lo que concierne a la retaguardia. Rubio, aquel técnico que entrenó al Sevilla, podría hacer debutar al juvenil Marco en el lateral derecho, aunque también baraja aventurada opción de dar entrada en esa demarcación a David Acaz Txiki, pese a que no tiene ritmo de competición después de haber estado parado durante casi dos meses.

Lo que ha dejado claro Julián Rubio a lo largo de la semana es que el partido contra el Xerez es la primera de las seis finales que tienen que afrontar para «apuntalar» la permanencia en la categoría. El Xerez tiene la posibilidad hoy de ahondar todavía más en la preocupante situación de los ilicitanos.

Victoria del Recreativo

Visto los resultados de ayer, la victoria del Recreativo de Huelva ante el Real Madrid Castilla deja el horizonte más despejado para vislumbrar quienes serán los elegidos de cara al ascenso a la Liga de las Estrellas. En la penúltima jornada el equipo que entrena Lucas Alcaraz visitará el Nuevo Colombino y sin duda alguna, conviene que en esas fechas, los locales ya hayan hecho todos sus deberes. Un equipo que se juega la vida suele ser más peligroso que uno sin nada a lo que aferrarse. No obstante, con el Xerez no se sabe que es lo que más conviene. Durante esta temporada, siempre ha seguido la misma línea, ser tan impredecible como cualquier equipo irregular.

Con todo, hoy toca ganar si el equipo azulino quiere seguir alargando los días de vino y rosas en sus seguidores. El ánimo de la plantilla y del entorno xerecista en la recta final del campeonato liguero dependerá en gran medida de lo que se haga en el Martínez Valero de Elche. Una derrota podría poner el punto y final a un sueño que comenzó allá por el mes de agosto cuando el Xerez se enfrentó al Castilla.