Gracias Pedro, ya sé que siempre me quisiste bien, pero vaya formas que tienes de demostrármelo, me recuerdas a aquellos padres y esposos: «lo hago por tu bien». Jamás pensé que todo aquello que fue orquestado para mi «caída en desgracia» como en su día tituló el Información Jerez fuera a la postre lo que me devolvería a la vida y a la ilusión.

Mi vida ha cambiado, sin duda, a mejor: ahora ficho a las 8 y a las 3, antes no fichaba era como las farmacias de guardia. Antes las gentes se me acercaban por lo que representaba, hoy se acercan por lo que soy. Antes tenía que estar siempre guardándome las espaldas de mis «enemigos» políticos y también de mis ¿amigos?, hoy trabajo con compañeras cuyo único afán cotidiano es la colaboración mutua. Antes era responsable de tantas cosas que era imposible que todas salieran bien, hoy sólo soy responsable de mi trabajo, de nada ni de nadie más. Antes hablaba en nombre de un gobierno, de un partido, de un líder , hoy hablo en primera persona, lo hago desde el corazón, me equivocaré, pero es todo más verdadero. Antes hablaba de intrigas y maldades políticas, de planes especiales, de impuestos, de rotondas, de presupuestos, de ; ahora hablo de cómo disfrutar sin correr riesgos de la sexualidad y de la vida, me escuchan más. Antes ayudaba, al menos yo creía hacerlo, a las personas colectivamente pero como nunca llueve a gusto de todos siempre había descontentos, hoy ayudo a las personas una a una a recuperar su salud, su felicidad. Créeme si te digo que aliviar un asma o una psoriasis me gratifica infinitamente más que ganar por mayoría. Antes me sobresaltaba cada mañana con algún titular, hoy leo la prensa desde la serenidad, sonrío y pienso tal y como está el patio ¿Dios mío de la que me he librado!

Tú me enseñaste mucho bueno y mucho malo, me quedo con lo bueno, lo malo , en fin el rencor sólo daña a quien lo siente. Sigo pensando como Violeta Parra Gracias a la vida que me ha dado tanto.

Lástima que habiendo sido el mejor Alcalde de Jerez no puedas pasear por sus calles sin guardaespaldas. La fortuna de las personas, su patrimonio, no se cuenta en cifras o propiedades, sino en el respeto que los demás te tienen, díselo a tus «amigos». La autoridad no está escrita debajo del nombre en la tarjeta de visita, es un regalo que libremente te hacen los demás. Lo otro se llama deber, interés , incluso temor.

Ya sé que no lees la prensa, eso dices siempre aunque te la sepas de «pe a pa», pues que alguien te diga que te escribí.

En fin Pedro gracias por todo, tenía que decírtelo.