El líder de la red terrorista Al Qaeda, Osama bin Laden, considera que el rechazo de Occidente al Gobierno palestino de Hamas es una prueba de la «guerra de los cruzados y los sionistas» contra el islam, de la que pone como ejemplo «lo que pasa en Irak, Pakistán, Chechenia y Sudán». En una grabación de audio difundida ayer por la cadena qatarí de televisión por satélite Al Yasira, el terrorista saudí se refiere a su anterior llamamiento a una «tregua» con Occidente a cambio de la retirada de las soldados occidentales de los países islámicos en los que se encuentran desplegados en diversas misiones. A juicio de Bin Laden, la negativa occidental significa que «insisten en seguir adelante con la campaña de los cruzados contra nuestra nación; la ocupación de nuestras tierras, apoderarse de nuestras riquezas y convertirnos en esclavos».
También consideró que los pueblos occidentales «comparten con sus respectivos gobiernos la responsabilidad de la guerra contra el islam, pues esa guerra continua y esos pueblos renuevan su apoyo a sus gobernantes y sus señores». «Ellos (los pueblos occidentales), envían a sus hijos a los ejércitos para que nos combatan y dan su apoyo moral y financiero (a sus gobiernos), mientras que se prende fuego a nuestros países; nuestras casas son bombardeadas y nuestros pueblos son asesinados», añadió.
Además, el líder de Al Qaeda criticó con dureza los acuerdos de paz firmados entre el Gobierno de Jartum y los rebeldes del sur de Sudán porque tienen por objetivo, según él, la secesión de la parte meridional de ese país.
Bin Laden mostró su opinión contraria a Naciones Unidas como medio de resolución de los problemas internacionales, ya que el derecho de veto está restringido a «cinco países no musulmanes», en alusión a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la organización: EE UU, Rusia, Francia, Reino Unido y China. «El veto está consagrado en la defensa del dogma totalitario e injusto que considera la guerra santa y la defensa de la patria como terrorismo», aseguró.
El líder de Al Qaeda se refirió también a la crisis desencadenada por la publicación de los dibujos de Mahoma y pidió que los responsables de su publicación sean castigados. «Asesinadlos. Estar bajo tierra es mejor que sobre la tierra entre infieles que están despreciando nuestra religión», dijo Bin Laden en una aparente referencia a la ejecución de acciones violentas, o de «martirio», de acuerdo con la visión maximalista de la terminología yihadista empleada por el líder de Al Qaeda.
También calificó a los religiosos musulmanes que se expresaron a favor de un diálogo con Occidente tras la crisis de las caricaturas, y los calificó de «derrotistas que se han ido a verles (a los occidentales) como negociadores en lugar de ir como combatientes».
'Muyahidines' de Sudán
Asimismo, Bin Laden pidió a los muyahidines (guerreros santos) que se preparen para una «larga guerra» en la región sudanesa de Darfur. «Pido a mis partidarios y sus alrededores que preparen todo lo necesario para emprender una guerra prolongada contra los ladrones cruzados del oeste», dijo.
Asimismo, el terrorista saudí acusa a EE UU de «aprovecharse de las diferencias entre las tribus (en Darfur) para intentar azuzar el conflicto civil en la región con el objetivo final de robar el petróleo sudanés». Ése es el motivo, según Bin Laden, por el que se creó un Ejército del Sur de Sudán respaldado moral y económicamente por Washington a través de sus herramientas internacionales como la ONU». «Que sepan (el presidente sudanés, Omar Hasán) Al-Bachir y Bush que este acuerdo (en el sur de Sudán) no tiene más valor que el de la tinta con que fue escrito, por lo que no nos interesa lo más mínimo», añadió Bin Laden en la grabación.