Las bandas del crimen organizado que provienen de las repúblicas del antiguo bloque comunista o de los Balcanes, e incluso de Suramérica o el Magreb, han encontrado en las viviendas o unifamiliares de las urbanizaciones de lujo un auténtico «filón de oro» para sus operaciones.

Las mismas suelen estar desantendidas durante largos períodos del año, ya que éstas suelen pertenecer a empresarios o profesionales de alto rango que sólo la disfrutan durante las vacaciones, de ahí que sean un reclamo para los atracadores.

Hasta el momento, los actos delictivos con este modus operandi tan sólo se ha cobrado pocas «víctimas» en el centro urbano y la periferia de Jerez, aunque para ello la Policía Local y Nacional ha tenido que intensificar la vigilancia, a la vez que los vecinos de varias urbanizaciones yan han estudiado la posibilidad de contratar a vigilantes privados especializados en esta materia.