Dhimmitud» es el status que la ley islámica ordena para los no musulmanes. Los dhimmies - «protegidos», ¿qué ironía!- sufren regulaciones humillantes creadas específicamente para cumplir lo que el Corán reserva a los infieles: « que se sientan sometidos» (sura 9:29), y parece que los yihadistas, que son chicos muy esforzados, van camino de lograrlo y someter a la ignominia a toda la raza humana. De hecho, en España ya ha comenzado la Re-reconquista, y cuando nos queramos dar cuenta estaremos sirviendo a la media luna. Pero los españoles viviremos la dhimmitud mucho antes de eso, pues gracias a los mimos y desvelos del jardinero Zp, la semilla de los 1.200 muertos germina por fin, y décadas de terrorismo atroz dan su fruto. El anuncio al mundo entero es claro: ¿Matad, extorsionad, desafiad!, y antes o después llegará un cobarde que se arrodille ante vosotros.
Como el Gobierno español no negocia con el PP, y los gobiernos serios no negocian con terroristas, se concluye que, o bien este Gobierno no es serio, o bien media España es terrorista. Sea serio o cómico, de lo que no hay duda es de que es mercachifle, pues vende la mercancía a precio de saldo. De momento, los pacíficos de Otegui exigen Navarra, libertad para los asesinos y la expulsión de las fuerzas armadas de «su» territorio. No está mal para ir abriendo boca; ¿alguien dijo tregua?, no seamos bobos, ETA no ha anunciado un alto el fuego, sino la rendición del enemigo, el Estado español, y ahora sólo tiene que verificarlo.
Lo cierto es que el Presidente traidor nos ha hecho ingerir un veneno de efecto retardado para el que no hay antídoto, y mientras el legislativo, el ejecutivo y el judicial trapichean en las cloacas del Estado, la Nación, la igualdad y la democracia se van por la taza del váter. ¿Gloria eterna al PSOE y a todos los socialistas que un día dijeron sentir algo por España!: mentían como bellacos. Y a partir de ahora, ¿qué?, ¿cuántos vascos, además de los 400.000 ya exiliados, tendrán que huir de su tierra?, ¿cuándo empezarán a hacerlo los catalanes?, ¿serán las ridículas nacioncitas ibéricas que surjan mínimamente competitivas? La nación andaluza, que es la primera que me viene a la cabeza, lo va a tener crudo hasta con Rumanía, aunque igual les ganamos en subsidios. Eso, claro, si no nos liamos todos a mamporrazos, que tampoco sería una sorpresa. Pero bueno, no dramaticemos, que al fin y al cabo los nacionalistas radicales asesinos no son tan distintos de la gente normal; de hecho, les pasa igual que a los fumadores que engordan tras dejar el vicio, los pobrecitos tratan de aplacar su estrés comiendo más. Y así, si ETA no mata, tendrá que comer más, y no sería extraño que cada realidad nacional futura les tuviese que acabar mandando un tributo anual de 100 vírgenes; o 1.000; o 10.000, ¿qué más da?, lo importante es la paz, ¿no?
En fin, fue bonito ser español mientras duró, pero ser dhimmiñol es realmente asqueroso: aún ignoramos si viviremos o moriremos, pero ya sabemos que será de rodillas.