La voz Digital
Lunes, 17 de abril de 2006
  Alertas   Envío de titulares    Página de inicio
PORTADA NOTICIAS ECONOMÍA DEPORTES OCIO CLASIFICADOS SERVICIOS CENTRO COMERCIAL PORTALES


JEREZ
Jerez
La fiesta de la Resurrección
La Hermandad de la Resurrección salió por la mañana y fue el mejor aperitivo de la grandiosa jornada cofrade que se pudo vivir por la tarde
La mañana comenzó bien temprano, pasadas las nueve y media. A esa hora, y sin la presencia del señor Obispo tras el paso del Resucitado, se ponía en el dintel de la puerta principal de la Catedral la Cruz de Guía que abría el cortejo de la procesión de Cristo Resucitado.

Numerosas hermandades quisieron este año acompañar a la cofradía que preside Antonio Ruiz por las calles de la ciudad. Diez minutos antes de que llegaran las diez de la mañana, y con los sones de la Agrupación Musical de San Juan, salía al Reducto la imagen de Luís González en su paso de madera tallada y dorada. Sonó Resucitó, la marcha que hiciera famosa la sevillana banda de los Reyes, y con parsimonia Cristo Resucitado fue buscando el abrigo de las piedras centenarias del Alcázar.

Poco a poco los hermanos de la cofradía fueron solucionando los numerosos cortes que siempre se producen a la salida de esta hermandad, ya que no hay nadie que vaya indicando a las hermandades que asisten la organización del cortejo, y son ellas mismas las que van saliendo en el mismo orden en el que salen en Semana Santa. Esta indecisión, a la par que el retraso de numerosas corporaciones que se incorporaron una vez subida la cuesta que lleva a las Bodegas González Byass, provocó un ligero corte que el paso supo recuperar en la salida.

La cofradía discurrió tranquila por la calle Armas, y conforme iban pasando los minutos, más jerezanos fueron acercándose a contemplar la bella estampa de Jesús Resucitado. Ya en la recuperada Plaza del Arenal se veía una mayor afluencia de público, y también una presencia más activa en el cortejo de la procesión, lo que puede ser una buena pista para fomentar la procesión en la Semana Santa de la ciudad, retrasar su horario de manera que los cofrades, agotados por una dura semana de procesiones, puedan disfrutar de la procesión del Resucitado sin tener que madrugar en exceso un domingo.

Los momentos más emotivos de la salida procesional se vivieron en la plaza de la Asunción, donde el viejo Cabildo fue el marco perfecto para el discurrir del cortejo procesional, buscando ya a un buen ritmo la Santa Iglesia Catedral. Porque también hay que destacar el esfuerzo de los hermanos del Resucitado por mejorar el tiempo de paso de su cofradía, con la intención de hacer más llevadera a los participantes en ella los largos parones que había antaño.

Dos horas después de salir de la Catedral, y con la presencia de la hermandad de las Cinco Llagas la última de todo el cortejo como recuerdo de que es madrina de la fundación de la hermandad, y la presencia del Consejo Directivo de la Unión de Hermandades y del Delegado Diocesano de Hermandades y Cofradías, se recogió en su Templo Cristo Resucitado. Ojalá en breve podamos contemplarla con una bella imagen de gloria tras la Resurreción, y con unas connotaciones aún más cofrades.

En ocasiones normales, el Domingo de Resurrección habría terminado ahí, pero un año más (y ya van tantos que no tendríamos dedos para contarlos), las inclemencias meteorológicas hicieron posible vivir una tarde cofrade por excelencia con la participación de la hermandad de las Viñas y de la del Cristo de la Expiración en sus respectivos traslados a sus templos.

La salida del Cristo

A las cinco de la tarde se abrían de nuevo las puertas de la Santa Iglesia Catedral para que la hermandad del Cristo de la Expiración y María Santísima del Valle se acercaran de nuevo a Jerez. De nuevo la Agrupación Musical San Juan se encargó de poner los acordes de la procesión tras el Cristo de Jerez.

La portentosa vela se veía más grande que nunca bajo el sol de la tarde, en una imagen que ya por repetida a dejado de ser novedosa. Tras el Cristo, San Juan, con sus joven cuadrilla de cargadores mandados por Fernando Borrego. Tras subir a la plaza Monti, y coger por el lado izquierdo de la plaza del Arenal, la hermandad fue buscando lentamente la calle Corredera, donde esta noche descansó María Santísima del Valle.

Desde las cinco de la tarde había gente en la puerta de San Francisco esperando a que la flamenca del manto rojo atravesara el dintel del convento para renuirse con el Cristo de las Melenas, y el encuentro no defraudó a los que durante más de una hora esperaron pacientes el instante. Con la banda de Palomares tras María Santísima del Valle, y con la voz de mando del veterano Francisco Yesa delante, el Valle fue lentamente ganándose adeptos con un caminar elegante y pausado, como siempre ha ido el Valle, en una demostración del gusto que desde siempre ha tenido la cofradía de San Telmo.

Tras esto, y con la premisa de disfrutar y hacer disfrutar, la cofradía del Cristo de la Expiración se fue perdiendo en su barrio, a la espera de que saetas y oraciones llevaran en volandas a un Cristo que los Domingos de Resurrección es más de Jerez que nunca.

Las Viñas y San Pedro

Finalmente, y esta vez sí, la hermandad de la Exaltación pudo coger por la calle Bizcocheros en busca de la parroquia de las Viñas. Tras los sucesos del pasado Viernes Santo, por los que la hermandad ha pedido disculpas a sus hermanos en un comunicado que reproducimos integramente, la cofradía pudo lucirse por el barrio de San Pedro.

Impresionante las bandas que llevó la joven cofradía de la Exaltación. La de la Sentencia, un ejemplo de profesionalidad, tocando sin descanso pese a lo avanzado de la semana. Con un compás tranquilo y elegante, el Stmo. Cristo de la Exaltación fue adentrándose poco a poco en las entrañas del barrio de San Pedro.

El paso de palio iba lento, roneando, elegante en su andar. Con levantás potentes al cielo, y con un gateo propio de cuadrillas experimentadas, Isaac Nuñez mandó con maestría a su cuadrilla por la calle Bizcocheros. Con los sones de Coronación de la Macarena, se fue encerrando el en corazón del barrio de San Pedro con la banda del Nazareno de Rota de fiel testigo.

Así buscaba la Concepción Coronada la capilla de los Desamparados, donde la hermandad de la Coronación de Espinas tenía ya preparada la recepción a la hermana cofradía de las Viñas. Un buen preludio para terminar de reencontrarse con su barrio cuando la noche ya avanzaba.



Sudoku Canal Meteo Horóscopo
Vocento