Una semana llevan ya en prisión preventiva los presuntos responsables de la trama que falseaba informes médicos para la obtención de bajas de invalidez fraudulentas.

Carlos Carretero, ex jefe de la Policía Local de Urbique y supuestamente el cerebro de la organización delictiva, y Francisco Casto, inspector médico de la Unidad de Incapacidades de Cádiz, permanecen separados del resto de reclusos en el módulo de Ingresos del centro penitenciario portuense.

Éste es el procedimiento habitual en el caso de presos preventivos que tienen que intervenir activamente en la instrucción judicial de la causa.

Según las fuentes carcelarias consultadas, en los últimos días estos arrestados en el marco de la Operación Karlos han entrado y salido constantemente de la cárcel, requeridos por los investigadores para tomarles declaración.

Visitas

En un módulo donde los internos comparten celda en parejas, las fuentes consultadas aseguran que ambos pueden conversar sin problemas.

Los dos, además, reciben visitas con asiduidad tanto de familiares como de sus representantes legales.

Aunque cuando la instrucción se encuentre más avanzada se espera que Casto pase a otros módulos, el caso de Carretero es especial al tratarse de un antiguo responsable de un cuerpo de seguridad.

Como ex jefe de la Policía Local ubriqueña, por su propia seguridad personal en ningún momento se mezclará con el resto de presos preventivos y, de hecho, se espera que sea trasladado a un centro penitenciario de Sevilla donde permanecerá, de todas formas, aislado del resto de reclusos.