El fútbol debe ser solidario, al menos así lo entiendo, teniendo en cuenta lo mucho que un club de fútbol recibe de su ciudad y sus habitantes. Pero, en las ciudades existen lógicamente otras necesidades, con las cuales el llamado deporte rey, debe colaborar. Si además, como es el caso del Xerez, lo puede hacer a través de sus éxitos deportivos, mucho mejor. Escribo esto, ya que me pareció en su día y me sigue pareciendo hoy, una gran idea la que se le ocurrió al Grupo Pinar. Una empresa que colabora con el club, pero que además se ha querido involucrar con el tejido social de la ciudad. Este grupo obsequia a las Hijas de la Caridad, con la nada despreciable cantidad de 250 kilos de alimentos, por cada gol que el Xerez marque y sirva para lograr el triunfo. De momento, son ya más de mil kilos tras las dos últimas victorias, que le vienen como anillo al dedo a las monjitas, para ese comedor de El Salvador, donde la clientela desgraciadamente se incrementa cada día. Por tanto, dos objetivos tienen los jugadores del Xerez, marcar muchos goles y ganar partidos, de esa manera el equipo seguiría rumbo a la Primera División y, de paso, colaborarían haciendo más fácil y sencilla esa gran labor que llevan a cabo las Hijas de la Caridad. Ojalá sean muchos los kilos de alimentos que vayan llenando las despensas de El Salvador, pues de esta forma todos nos sentiríamos mejor: los jugadores , harían felices a sus seguidores, y las monjitas mucho más a todos los que pasan por ese comedor. Sin duda, una gran idea por parte de ambas instituciones, a cada gol se le dará de aquí en adelante un doble valor. Por un lado, el deportivo, que acercaría al Xerez al deseado ascenso, y por el otro, el social, que llenaría las siempre necesitadas despensas de El Salvador.