Ocho presuntos implicados en el 11-M, cuyos perfiles genéticos fueron detectados en muestras de ADN extraídas de los distintos escenarios relacionados con los atentados, no han podido ser identificados hasta el momento. Eso significa que el número de implicados directos en estos hechos tampoco se ha podido determinar aún con exactitud.
Según el auto de procesamiento, que recoge una serie de informes policiales referidos a los análisis de ADN, aún permanecen sin identificar ocho «perfiles genéticos anónimos» en distintos escenarios de los atentados y que, en algunos casos, incluso se repiten.
Por ello, y hasta que sean identificados dichos perfiles, «aparecen determinadas variables no susceptibles de ser aclaradas en esta fase de la investigación» y «que llevan a considerar que el número de presuntos implicados directos en los hechos objeto de esta instrucción judicial no puede cifrarse con la debida certeza y seguridad», señala la resolución.
Uno de estos perfiles, el P 39, «anónimo de varón», aparece en tres lugares relevantes: la finca de Chinchón en la que fueron preparados los artefactos colocados en los trenes, el piso de Leganés en el que se suicidaron y el coche que fue encontrado en Alcalá de Henares.