Los datos son demoledores. Según la asociación de vecinos Pedro Palma, de San Benito, en el barrio existe una media de tres parados por cada familia. Así, no es de extrañar que en determminadas zonas del Polígono, la marginalidad, la exlusión social e, incluso, la delincuencia sean el pan nuestro de cada día. Lo que sucede en San Benito invita a formular una reflexión sobre el repunte en el número de parados que ha experimentado Jerez en los tres últimos años, llegando a superar una barrera, las de los 17.000 parados, que pensabamos habíamos dejado arrinconada para siempre. Ante esto, se antoja ya necesario que los proyectos que el Ayuntamiento tiene en marcha para revitalizar la economía de la ciudad empiecen a dar sus futos en el más corto plazo posible. Una ciudad como Jerez no puede ni debe permitirse estas cifras de parados cuando está llamada a liderar económicamente esta provincia.