Un día después de la huelga general en RTVE, su directora general, Carmen Caffarel, ha hecho un llamamiento a los sindicatos para que vuelvan a la mesa de negociación con «propuestas realistas» y abandonen las «coacciones y extorsiones». Caffarel ha analizado ante el consejo de administración la situación creada tras la huelga. Los sindicatos rechazan negociar el plan de saneamiento, que prevé un recorte del 39% de la plantilla, sin que antes se defina el modelo del ente público, que se debate en el Parlamento a través de un proyecto de ley de reforma del grupo.

La directora general ha reiterado, tras una reunión con el consejo, que «hoy estamos igual o peor que ayer», y recordó que el ente público carga con un endeudamiento superior a los 7.500 millones de euros, cuenta con unas pérdidas diarias de 1,7 millones, mientras que los gastos financieros ascienden a 226 millones y el déficit anual se sitúa en 600. «Los sindicatos no pueden cerrar los ojos ante esta alarmante situación», manifestó Caffarel, quien tiende una mano a los representantes de los trabajadores para que «acepten la oferta negociadora». «Los dueños de RTVE no son los sindicatos, sino todos los ciudadanos», advirtió.

Según Caffarel, «no es realista ni razonable defender la retirada del plan de saneamiento y, a la vez, plantear el mantenimiento de una plantilla insostenible con la actual deuda y defender una situación incompatible con la Ley de Presupuestos». Los sindicatos, sin embargo, anunciaron nuevas protestas.

Por su parte, el consejo de administración de RTVE aprobó ayer una resolución en la que se apoya el proceso de reforma del grupo público. A favor del texto votaron PSOE, Coalición Canaria, CiU y la directora general, mientras que se abstuvo el presidente del consejo, Francisco García de Diego, del PP.