Con los informes definitivos del Ministerio Fiscal, la acusación particular y la defensa, el tribunal de la sala de la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Cádiz dejó ayer todo en manos del jurado, quien tendrá que dictar hoy sentencia en relación a los cuatro acusados de asesinar a Ramón Abelleira hace tres años. Un toxicómano que murió a consecuencia de las quemaduras sufridas mientras dormía en una casa abandonada en Cerro del Moro.

Celebradas todas las sesiones del juicio, los once ciudadanos de a pie, a priori, no tendrán mucho que dilucidar para conformar el veredicto ya que, según la defensa, «para acusar a una persona de asesinato se necesitan pruebas y no rumores». Ante la atenta mirada del jurado, los cuatro letrados defensores se remitieron durante sus conclusiones de forma unánime al principio constitucional que dice «toda persona es inocente mientras no se demuestre lo contrario» y a frases tan antiguas como: «Más vale absolver a un culpable que condenar a un inocente».

El informe del fiscal

La defensa considera que las únicas pruebas objetivas en este proceso han sido el informe del médico forense que señala que «la víctima no tenía signos de violencia» y la prueba pericial de los bomberos que concluye que «el incendio fue provocado por la mano del hombre de forma accidental o intencionada». Ayer, uno de los bomberos testificó que «esa noche hacía mucho levante que provocaba que se avivase el fuego y que en la casa abandonada había materiales combustibles y muy inflamables como muebles viejos, papeles y basura en general».

El Ministerio Fiscal mantiene sus calificaciones, en donde pide 16 años de cárcel para tres de los procesados -J. L. S., O. V., y J. O.-, ya que el cuarto -F. G. - lo ha llevado al banquillo la acusación particular que reclama 25 años de prisión para cada uno de ellos.