Llegar al centro en coche es en los último tiempos una verdadera odisea. Y no lo digo por los palcos ni por los constantes cortes de calles debido a las obras que nuestro queridísimo delegado de Política Territorial se ha empeñado en desarrollar en la ciudad (que también) sino más bien por esos conductores que sin ningún tipo de reparos se han sumado a una nueva moda que, además de no respetar las normas de tráfico existentes en la actualidad, es molesta para el resto de los conductores que intentamos llegar a algún lugar de esta compleja localidad. Aparcar en doble fila esta de moda. Para comprobar esta afirmación sólo hay que observar durante un rato la no poco transitada calle Ancha alguna mañana o, como no, la calle Porvera. Hacer una parada durante unos minutos es comprensible, pero que los propietarios de los vehículos dejen el coche en medio de la carretera para hacer gestiones administrativas o tomar un café es echarle un poco de cara al asunto. Mientras que ellos arreglan sus papeles o desayunan tranquilamente, a pesar de los pitidos de los demás vehículos que pretenden pasar por esa calle, pueden pasar varias horas, un tiempo en el que la Policía parece que no se da por enterada y que jamás llega a aparecer. Eso sí, cuando verdaderamente no hacen falta siempre están ahí.

Rosa Moscoso. Jerez