ANDREAS no sabe qué responder. «¿Gazpacho?», balbucea en un tímido español con un notable acento teutón. En el programa del congreso no le habían advertido de los entresijos de la cena. A lo largo de su vida profesional, había asistido a todo tipo de recepciones y ágapes profesionales, pero ni él ni sus compañeros estaban preparados para el espectáculo que se les avecinaba. Las hieráticas y silenciosas camareras se han convertido en señoras sonrientes ataviadas con delantales que podrían ser perfectamente por edad sus madres, y que no paran de preguntar si les gusta la comida.
Andreas asiente mientras la señora le acerca el plato al sopón situado en el centro de la mesa, repleta de platos de tortilla de patatas, espárragos, y chacinas. Conforme transcurre la cena, la sorpresa de Andreas, y la de sus compañeros de mesa, se diluye en una cordialidad que se convertirá en afecto al término del ágape.
Todo ello forma parte del «Catering de Doña Carmen», el último producto de la empresa jerezana Cobos Catering, que se ha especializado en los servicios de restauración temáticos. La variedad de su oferta, que abarca más de treinta productos diferentes, fue galardonada el pasado mes de febrero la obtención del Premio Nacional de Catering, concedido por la patronal española del sector.
«La idea de realizar servicios temáticos surgió por la necesidad», relata Manuel Cobos, gestor de la empresa. «Cuando salimos al mercado en 1992, tuvimos que crear productos diferenciados porque la competencia era muy fuerte», recuerda Cobos.
Homenaje a la madre
«'El Catering de Doña Carmen' es uno de mis favoritos: Doña Carmen es mi madre, y el objetivo es que los clientes se sientan tratados como si estuvieran en casa», agrega el propietario de la firma. «Todos los camareras son señoras mayores y tratan a los invitados como si fueran sus propios hijos», señala Manuel Cobos, que resalta que «no hay cliente que no se vaya despidiendose con cariño de su madre».
La empresa ofrece además una gran variedad de cenas temáticas cuyo límite radica sólo en el bolsillo del cliente. «Organizamos ferias de primavera, cenas monacales, representación de la Andalucía del Siglo XVIII, romerías o verbenas de pueblo», afirma Cobos. Algunos representaciones necesitan de la presencia de un elenco de treinta figurantes, aunque todo depende precisamente del bolsillo del cliente y del lugar donde se realice el evento. Aunque la empresa posee cuatro espacios propios en los alrededores de Jerez, ha llegado montar cenas en diferentes puntos de Europa.
El servicio más demandado es precisamente el de la Feria de Primavera, que consiste en la recreación de una feria con todos sus atavíos, incluyendo casetas, bailes, caballos e incluso puestos y atracciones.
Otro de las variantes que ofrece la firma jerezana se denomina «Sueños de Andalucía». «Es un sueño que comienza en una noche de otoño y acaba en la primavera, con bailes entre cada plato, desde martinetes, hasta bulerías, pasando por la sevillana o la Semana Santa», relata Cobos. Los olores ambientales cambian a lo largo de la cena, con aromas a leña, para representar el invierno, castaña por la Navidad, incienso en la Semana Santa y romero por el Rocío.
Este abanico de productos se orienta principalmente hacia el turismo de negocios, que representa el 80% de la facturación de esta empresa jerezana, que emplea a más de mil personas en la temporada alta de congresos, que comienza en abril y finaliza en verano.