Ángel Lebrero encara el difícil reto de sustituir al frente de la patronal bodeguera a una figura tan emblemática como Francisco Valencia, pero nadie en el sector duda de que el director general de Allied Domecq es la persona idónea para lograr que esta andadura sea un éxito. Sus armas las mencionó ayer su antecesor en el cargo. Lebrero tiene una gran formación en la que se aúnan el conocimiento del aspecto productivo y de la gestión empresarial -es ingeniero agrícola y diplomado en Dirección de Empresas-, a lo que suma un profundo conocimiento del sector al que ha estado ligado desde muy diferentes ámbitos. Así, fue director de la ya desaparecida Escuela Oficial de Viticultura y Enología de Jerez, y ya en el año 1973 se incorporó a la bodega Pedro Domecq como responsable de las áreas de Jerez y Rioja. Fue en 1996 (justo cuando Valencia iniciaba su carrera en Fedejerez) cuando pasó a ocupar su actual cargo en Allied Domecq. Con esta bagaje no es de extrañar que este jerezano de 56 años, gran amante del mundo del vino y de los caballos, no se haya achicado a la hora de tomar las riendas de una federación con tanta solera y con un importante volumen de negocio. El mismo lo apuntaba ayer al asegurar que «después de tantos años dedicado al vino y el brandy es normal que me comprometa y haga este esfuerzo creo que merecerá la pena». Su objetivo será «fomentar la unión y no perdernos en diferencias sectoriales».